Después de años de luchar para que la vivienda donde funcionaba la imprenta clandestina del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) entre 1974 y 1976 sea restituida a los militantes, en 2019 lograron recuperarla.

Tras realizarle obras de mantenimiento fue reconstituida como "Casa de la Memoria Imprenta del Pueblo Roberto Matthews": un testimonio vivo de la resistencia a la dictadura y de acompañamiento de las luchas del presente.

Ahora, la Dirección Nacional de Sitios y Espacios de Memoria de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación señalizará la casa, ubicada en Fructuoso Rivera 1035, en barrio Observatorio de la ciudad de Córdoba.

El acto se realiza este sábado 23 de julio al mediodía donde asistirán el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti y la directora Nacional de Sitios y Espacios de Memoria, Lorena Battistiol. Además, se sumarán organizaciones de Derechos Humanos.

En diálogo con un móvil de radio Universidad, el abogado y militante por los derechos humanos, Carlos 'Vasco' Orzaocoa dijo que la imprenta funcionaba "a 10 metros de profundidad, en una bóveda gigante, donde se imprimieron periódicos, folletos, libros de historia y de ciencias sociales en una época donde esa literatura estaba prohibida por la dictadura genocida". 

La imprenta dejó de funcionar cuando en julio de 1976 irrumpió el Ejército, desmanteló la imprenta, tomó la casa e instaló un Centro Clandestino de Detención, explicó.

Carlos 'Vasco' Orzaocoa con Jorge Vasalo - AM580 by cba24n.com.ar
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Casa de la Memoria "Imprenta del Pueblo Roberto Matthews"

Jesús Tello, integrante del equipo que mantiene este espacio de memoria, destacó la importancia material y simbólica que representa este acto de señalización.

Facebook Imprenta del Pueblo Roberto Matthews

La importancia de la recuperación y el señalamiento 

Tello, en diálogo con La Nueva Mañana, señaló que la medida “es de suma importancia en lo legal porque, al margen de que se sabe que fue un centro clandestino de detención y torturas, hay trámites legales que requieren de papeleos burocráticos”, indicó, agregando que durante años quienes habitaron la vivienda no pagaron impuestos, por lo que existe una deuda inmensa a saldar.

En cuanto al significado simbólico de la indicación que tendrá el lugar dentro de 10 días, Tello indicó que "la señalización ayudará a dar a conocer socialmente la historia de la casa y de la imprenta: “Cuando funcionaba, era clandestina y ni los vecinos de la zona sabían de ella. A partir de la recuperación, la gente del lugar se sintió sorprendida con la historia de la casa. Si bien hemos desplegado actividades, la señalización es importante para tener más visibilización de lo que sucedió en Argentina en esa época”.

"Todavía nos falta. Cuando bajamos la primera vez, encontramos agua. Está deteriorada bastante la bóveda. Estamos en contacto con gente entendida de la materia en la Universidad para que venga a hacer un diagnóstico completo de la situación", agregó Tello.

Además, el militante indicó que quien quiera acercarse, puede visitar el inmueble completo. "Se puede visitar todo. La pieza de arriba, la cocina, el patio, el fondo donde funcionaba la herrería. La bóveda está restringida hasta hacer este estudio. Se puede bajar, pero de a pocas personas. El equipo de conservación nos sugirió restringir las bajadas. Se puede ver desde arriba y se puede bajar con mucho cuidado", señaló.

Bóveda donde funcionó la imprenta. Foto: El Resaltador.

Un espacio de mucha vida y persistencia

La imprenta se empezó a construir en el subsuelo de la vivienda de barrio Observatorio en 1973 y  se terminó un año después. Alli se imprimieron miles de ejemplares de “Estrella Roja” y “El Combatiente”, que luego se distribuían por distintos puntos del país. 

“Para nosotros ha sido un espacio de mucha vida y de resistencia, pero también un centro clandestino de detención y torturas, porque de eso dan cuenta distintos testimonios de compañeros y compañeras, militantes sociales y políticos, que han pasado por allí”, señaló Tello.