El verano es parte del pasado y los árboles van contando los días para el cambio de fisonomía.

El otoño dice presente en Córdoba y el calor sofocante va quedando atrás.

Desde temprano se percibe a la inestabilidad como parte del paisaje. En el centro de la provincia, las anunciadas lluvias, de carácter aislado, aparecieron desde la madrugada. Y se prevé que puedan volver a surgir.

Desde el Servicio Meteorológico Nacional prevén un viernes con muy poco cambio en la temperatura. Y a la inestabilidad reinante se le irán sumando ráfagas de viento sur. Según se prevé, podrían alcanzar los 60 kilómetros por hora.

En ese marco, la temperatura máxima se estima en 23 grados.