La primera conclusión es rescatar la importancia de los debates obligatorios en las campañas presidenciales. Más allá de un formato que dificulta los cruces entre candidatos, aspecto a mejorar en la ley, es saludable que existan.

El desarrollo no ofreció demasiadas sorpresas y en mi caso, me quedo con tres o cuatro definiciones que se destacan.

La primera y mas importante le correspondió a Roberto Lavagna que situó al hambre que sufren millones de argentinos como la principal violación a los derechos humanos, identificando, a su resolución, como la prioridad número uno en las políticas públicas del próximo gobierno.

La revalorización del Mercosur como política internacional también fue un acierto del candidato de Consenso Federal, de la misma manera que hay que valorar de Alberto Fernández la reivindicación de la educación pública.

El debate ha demostrado que Macri sigue creyendo que está gobernando un cantón suizo y no Argentina.

Roberto Birri

Candidato a diputado nacional por Córdoba de Consenso Federal