La gloria máxima colectiva. El mayor premio individual. Para Aitana Bonmatí este mes transcurrido en Australia y Nueva Zelanda ha sido de ensueño. Sin embargo, la mediocampista que brilló a lo largo de estos siete partidos disputados con España parece andar con la misma tranquilidad que muestra en el campo. Aunque la alegría es difícil de esconder. 

Acerca de la distinción recibida como Balón de Oro, por ser la mejor jugadora del torneo, Bomnatí dice: “Creo que en este torneo no ha destacado nadie individualmente, creo que todas hemos puesto todo. A veces se tiene que escoger una jugadora pero podría haber sido cualquier otra la mejor. En ciertos partidos ha destacado una, en ciertos partidos otra y eso es lo bueno. El equipo no depende de una jugadora, hemos jugado unidas por el mismo objetivo”.

La misma simpleza que muestra con la pelota en los pies. La misma tranquilidad que exhibe en los momentos importantes. Más allá de haber conseguido la gloria eterna y de meterse en un reducido grupo de países que han logrado ser campeones del mundo tanto en la rama masculina como en la rama femenina.

“Nosotras salimos siempre con un estilo de juego, pero a veces estos torneos, o los partidos en general, hay que competirlos. El juego es muy bonito pero si no lo compites no te llevas la victoria. Jugar bien está muy bien pero al final competir y esa garra de creernos  y vernos un equipo fuerte defensivamente. Que no sea solo toque, toque, toque es lo que decía, pero si es con nuestro estilo mejor aún”, afirma Bonmatí sobre esa manera tan española de jugar, de posesión y control del balón. 

Es un estilo de larga data, pero que ha tenido su cumbre en los últimos 15 años, desde que Josep Guardiola asumió como entrenador del Barcelona. A la par del dominio blaugrana a nivel equipos, La Roja consiguió por fin la gloria en el masculino: se coronó en Europa en 2008 y 2012 y también en la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.

Previo al desenlace de esta final y a que Bonmatí fuera elegida como la mejor jugadora del torneo, Guardiola le dedicó unas palabras de elogio: “Aitana Bonmatí es la jugadora de la que estoy completamente enamorado por su manera de jugar. Diría que es como la Iniesta del fútbol femenil”, dijo el entrenador del Manchester City. Nada menos. 

Así responde la mediocampista a esos elogios: “Las palabras de Guardiola, cuando me pasaron lo que había dicho, me han dejado un poco en shock porque es uno de mis ídolos como entrenador. Como jugador no lo he visto pero como entrenador viví mis mejores años en mi infancia con él como entrenador del Barca. Esa época dorada. Que el mejor o uno de los mejores de la historia, al cual admiro y sigo, esté con el equipo que esté, hable bien de mí, estoy agradecida”.