Después del empate 2-2 contra Sudáfrica en Dunedin, donde el equipo de Germán Portanova sumó su primer punto en el Mundial, la delegación volvió al barrio de Ellerslie en Auckland -su base operativa en este torneo y cuya comunidad apoya a la Argentina- y practicó en el club Michael's Ave Reserve.

El bloque central del entrenamiento estuvo ocupado por la práctica de fútbol en espacio reducido con indicaciones tácticas enfocadas en el próximo desafío de la Selección, Suecia, que viene de golear 5-0 a Italia y ya está clasificado para los octavos de final del Mundial.

El entrenamiento comenzó con ejercicios de fuerza de tren medio con bandas de resistencia, seguido de un circuito de coordinación y velocidad para entrar en calor.

Luego, las jugadoras se dividieron en dos grupos. Las arqueras trabajaron por su cuenta en situaciones de pelota aérea y toma baja.

Las suecas demostraron una efectividad tremenda en los córners y las chicas argentinas saber que deben tener especial cuidado con los cabezazos de Amanda Ilestedt, de 1.78 metro, que hizo el 2-1 ante Sudáfrica y le convirtió un doblete a Italia al ganar en altura en el área y conectar los centros de Jonna Andersson.

Para las jugadoras de campo, Portanova propuso un ejercicio de pase, desborde y definición en el área para comenzar a tomar contacto con el balón, antes del fútbol en espacios reducidos.

Para el encuentro ante las suecas, este miércoles desde las 4.00 hora argentina en el Waikato Stadium de Hamilton, el seleccionado no podrá contar con la zaguera central Miriam Mayorga, ya que acumuló dos amarillas en los partidos ante Italia y Sudáfrica.

Por la tarde, las futbolistas argentinas fueron a visitar la imponente Sky Tower (tiene 328 metros de altura) en el centro de Auckland, desde donde se puede apreciar toda la ciudad.