Con un estadio vacío y silencioso, con suplentes respetando la distancia social y barbijos tapando sus bocas y cumpliendo con el estricto protocolo sanitario, el Dortmund se apoderó del partido de comienzo a fin. Haaland, a los 29 minutos del primer tiempo, anotó el primer gol en la reanudación de la Bundesliga.

El pibe de 19 años sigue escribiendo su nombre en la historia grande del fútbol alemán. Pero no fue solo él: la elegancia y lectura de juego de Brandt fue clave para inclinar la balanza en el Derbi del Ruhr.