El 12 de noviembre de 2020 Alberto Zapata Bacur sufrió un accidente automovilístico sobre la Ruta 40 antes de llegar al puente de la calle 5 en localidad sanjuanina de Pocito. Los médicos debieron amputarle su brazo izquierdo.

Sin embargo, lejos de desbarrancarse anímicamente, se convirtió en un ejemplo de superación para la sociedad.

“Volqué en un auto y el mismo no se dio vuelta por completo, quedó de lado. En el arrastre, perdí el brazo izquierdo. Me había quedado dormido, me fui a la banquina y cuando volví al asfalto perdí el control del vehículo y tumbé”, le contó Zapata Bacur a Carburando al hablar de lo que le paso.

La pérdida del miembro superior podía ser, a priori, un motivo que le diera vuelta la vida y lo alejara de sus pasiones. Pero eso no estaba en los planes del protagonista de esta historia, quien a pesar de que las posibilidades de seguir eran escasas, no estaba dispuesto a abandonar el motociclismo.

“Las probabilidades de que volviera a andar en moto para los médicos, los psicólogos y los psiquiatras eran prácticamente cero. Pero yo me mentalice en la recuperación para mejorar día a día mi equilibro y en eso hice mucho hincapié. Los kinesiólogos me decían que no me centralizará tanto en eso, pero yo pensaba en cómo iba a hacer para manejar la moto”, contó.

Y agregó: “Durante ese lapso, estábamos preparando la moto para cuando me pudiera volver a subir nuevamente, estuviera lo más adaptada posible para mi manejo”.

Con importantes lauros deportivos en su haber, Zapata Bacur no iba a dejar que la discapacidad se torna un escollo difícil de superar. “Me llevó una semana aproximadamente aceptar lo que me pasó. Durante el duelo me di cuenta que podía hacer todo con un brazo. Al mes ya probé una moto para saber que podía andar. Cuando hice el primer ensayo después del accidente, pude dormir esa noche, porque no podía hacerlo los días anteriores”, puntualizó.

Y las “dos ruedas” se convirtieron en un sentimiento que tiro fuerte. “Siempre sentí que iba a ser posible volver al motociclismo, porque fue lo primero que dije cuando me informaron que me faltaba el brazo. A la semana que me dieron el alta, empecé a trabajar para volver a estar arriba de una moto. Nunca pensé que iba a ser imposible”, aseguró.

Además, remarcó que los afectos fueron el combustible para claudicar en su lucha. “Mi familia y mis amigos me dieron la fuerza necesaria para salir adelante. Además, recibí muchos mensajes de aliento durante mi recuperación y el deporte fue fundamental. Tener la mente ocupada en volver a estar arriba de una moto hizo que me tomara esto como una lesión, Me puse fuerte físicamente para estar al 100% cuando me tocara regresar”, afirmó.

El esfuerzo y la energía puesta en la recuperación tuvo su premio el pasado fin de semana en la ciudad cordobesa de San Agustín, donde Alberto compitió de forma oficial a casi tres meses del accidente que lo dejo sin un brazo. Corrió dentro de la categoría Junior y finalizó 11º, aunque resultado es totalmente anecdótico.

“En la carrera de Córdoba sentí que en todas las vueltas ganaba, porque todo el público me alentaba en cada giro. Cada paso por la meta, era una vuelta ganada, la gente me aplaudía y eso me llenó el corazón de alegría. Nunca antes me había pasado ni vi que antes sucediera”, relató.

Tras haber dado un paso gigante, el piloto sanjuanino no se detiene y ya tiene sus metas para lo que se viene. “Mi objetivo es mejorar mi manejo con una mano para estar lo más rápido posible y adaptarme a la prótesis cuando la tenga para ver si puedo volver a ser competitivo profesionalmente. Si no puedo serlo, quiero enfocarme en una escuela de motocross y avanzar como instructor de la disciplina”, acentúo.

Por último, Zapata Bacur reflexionó sobre lo que le dejo todo lo vivido en este último tiempo. “Todos los días hay que levantarse a buscar las oportunidades y pelear por los sueños, a pesar de las adversidades y lo difícil que sea. Siempre hay que luchar para conseguir lo que uno desea realmente”, concluyó.

Vía TyC Sports