Cuando el primer tiempo se iba, de cabeza el colombiano Bernardo Espinosa aprovechó una buena pelota parada para poner en ventaja al Espanyol.

A la vuelta de los vestuarios, con apenas tres minutos de juego, el chino Wu Lei rompió la última línea del Alavés, zafó del offside, y en al mano a mano definió como crack en un penal en movimiento, poniendo el 2-0 y demostrando que no sólo era marketing sino también un buen definidor, antecedente que trajo en enero 2019 desde el Shanghai SIPG Football Club y que muchos subestimaron.

Dos minutos más tarde de su gol, Abelardo sacó al asiático porque el martes Espanyol se juega otra final contra Getafe.