En un emocionante partido de ida y vuelta, Rosario Central logró llevarse la victoria en el Gigante de Arroyito.

Desde el inicio del partido, ambos equipos ofrecieron un duelo intenso. Aunque no se marcaron goles en la primera media hora, los arqueros fueron protagonistas destacados. El equipo local disparó ocho veces al arco, mientras que el visitante lo hizo en cuatro ocasiones. Campaz tuvo tres oportunidades claras antes de marcar el primer gol del partido, mientras que Portillo y Bustos pusieron a prueba los reflejos de Broun. Durante esta primera etapa, se pudo apreciar claramente la diferencia de estilos y enfoques: Talleres tuvo un 64% de posesión y mostró profundidad cuando logró ser preciso en velocidad, pero quedó desequilibrado y expuesto después de cada pérdida de balón. Rosario Central, por otro lado, prescindió del control del juego, pero fue incisivo, realizó transiciones rápidas y mostró buenas combinaciones que surgieron desde el sector izquierdo para aprovechar las debilidades defensivas de Talleres, logrando marcar dos goles en un lapso de tres minutos a través de Campaz y Malcorra. A pesar de estar en desventaja, Talleres reaccionó con un disparo de Portillo que se estrelló en el palo.

En el comienzo del segundo tiempo, Talleres mostró empuje, pero se fue desinflando con el paso de los minutos. Russo les pidió a sus jugadores que se defendieran lo más lejos posible de su arco, y el equipo se adelantó en el terreno de juego. Sin embargo, cuando todo parecía bajo control, Mallo cometió una falta penal sobre Sosa. Broun se convirtió en el héroe del partido al detener el disparo desde los doce pasos de Garro. Rosario Central continúa consolidando su fortaleza en casa.

Fuente: Télam.