Más allá de la desilusión de no poder estar en la final de la Copa Argentina frente a Central Córdoba de Santiago del Estero, Juan Fernando Quintero recibió en el River Camp de Ezeiza un simpático mimo de un hincha, y aprovechó para pasar un momento distendido junto a su familia.

Los fanáticos aparecieron con un chiche: un Fiat 600 tuneado a nuevo, descapotable, con los colores de River y el nombre del colombiano en sus cristales. Juanfer no dudó, se subió al vehículo con los hijos del fanático, arrancó y dio una vuelta junto a ellos.