El joven escolta de la franquicia local Devin Cannady fue el protagonista de la jornada después de sufrir una fractura abierta del tobillo derecho a falta de tres minutos para el cierre del primer cuarto.

El grito de dolor al caer fue desgarrador y, tanto sus compañeros, como los rivales y los espectadores en las gradas no podían creer lo que estaba sucediendo. El jugador de 24 años terminó retirándose del recinto en camilla.