Laura Horta (53), profesora de Matemáticas, Física y Cosmografía y decana de la Facultad de Educación de la Universidad Juan Agustín Maza, volvió a Mendoza tras convertirse en la primera mujer de su provincia en hacer cumbre y sobrevivir en un "ochomil", el Manaslu, en el Himalaya (Nepal), de 8.163 metros y la octava montaña más alta del mundo.

En el Aeropuerto El Plumerillo la esperaban sus familiares, amigos y el equipo del Team Aventura con el que entrena, y la deportista tenía desplegadas entre su equipaje algunas de las banderas que la acompañaron en esta proeza.

Laura tiene una historia de superación y su desafío de convertirse en "ochomilista" surge también para llevar adelante el proyecto de educación "Si alguien creyera en mí", y su objetivo es ubicar a la educación "lo más alto que se pueda", según ella misma dijo.

Hubo otra mendocina, Nancy Silvestrini, la primera argentina en hacer cumbre en un ochomil, pero falleció en el descenso, el 5 de julio de 2003, a los 31 años, el Gasherbrum I -conocido como Hidden Peak (Pico Oculto)-, de 8.068 metros.

Laura Horta logró la tan ansiada cumbre el pasado 28 de septiembre a las 11.45 hora de Nepal.

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Del Instagram de laurahortap8

"¡Estoy inmensamente alegre! ¡Viví la cumbre del Manaslu con tanto gozo! Son un sinfín de emociones profundas que día a día transitarán mi corazón y les iré compartiendo. Y hoy ya estoy muy feliz, de regreso en casa, juntos a mis tres hijos (de 30, 25 y 23 años) y mis afectos", dijo hoy Horta a Télam.

Sobre su objetivo la deportista sostuvo: "Llevé a la cima de una de las montañas más altas del mundo a la educación, a los derechos de todas las mujeres y a la bandera de mi país, Argentina".

"Este 8 mil está en Nepal, en la cadena de los Himalaya. Hay 14 montañas por encima de los 8 mil metros en todo el planeta, y he decidido ir por la cumbre del Manaslu, que finalmente pude coronar. Manaslu significa la 'montaña de los espíritus', y me conquistó su nombre. Es un cerro de los más técnicos", dijo.

El Manaslu es de ascensión muy peligrosa y según las estadísticas es la sexta montaña más letal de los 14 'ochomiles', además el himalayismo es mayoritariamente masculino.

La docente universitaria no tiene muchos años en el andinismo, ya que hace solo seis años empezó en la actividad y la primera montaña en la que hizo cumbre fue el Aconcagua, de 6.956 metros, la cumbre más alta de América.

Horta integra el equipo de running Team Aventura y su entrenador, Sergio Furlán, la motivó para encarar el desafío.

Esta expedición tiene un costo de 25 mil dólares. Horta vendió una camioneta para costear hace 6 meses un viaje hasta la base del Everest y allí contrató la expedición de Dream Carrier Trek y conoció a Pasham, sherpa que habla español y que fue su guía.

Tuvieron días de zozobra y mucha angustia, porque una vez en el campamento 3, a 6.800 metros de altura, debieron descender porque fueron varios días de lluvia y peligros de avalanchas de nieve, pero finalmente el 28 de septiembre tuvieron una ventana de clima benigno y decidieron atacar la cumbre.

La hazaña de Horta adquiere mayor dimensión ya que el mismo día que hizo cumbre, la reconocida esquiadora de montaña estadounidense Hilaree Nelson fue encontrada muerta en el Manaslu tras llegar al pico dos días antes y ser arrastrada en una caída de 1.500 metros por una avalancha.

La decana universitaria, que portó en su espalda un tubo de oxígeno de 8 kilos de peso, aseguró: "Ser una ochomilista es una empresa muy difícil, más para una mujer y encima como es mi caso que no soy montañista. Por varios lados conquistar esta cumbre ha sido un gran desafío, y lo que quise demostrar es que se puede, y se puede seguir siendo madre, seguir siendo ama de casa, y seguir siendo profesora y decana".

"Siempre me han gustado los desafíos y poder demostrar que tenemos una fortaleza especial. Tuve que empezar de cero, pero cuando tenemos convicción y compromiso en algo que queremos, por nuestros ideales y nuestros propósitos, no hay que dejar de lado las cosas aunque puedan parecer imposibles", cerró Horta.

La deportista, tras descender del Himalaya, tenías tres dedos de la mano sin movilidad, por el intenso frío que tuvo que soportar (-38°) y severas ampollas, por lo que estuvo internada en un hospital de Katmandú, en Nepal, hasta que se fue recuperando y luego de cumplir con las reglas de protocolo sanitario le dieron el alta.

Fuente:Télam