El Tata aún no puede olvidar su fallida incursión por la Liga Española. Su labor dirigiendo al equipo de Lionel Messi le ha dejado un gusto amargo al entrenador. 

 "Desde el lado de los resultados no fue un mal año. Ganamos un título (la Supercopa) y jugamos una final, pero en Barcelona lo que importa es cuántos títulos ganas. Sin embargo, yo digo que fue mi peor año porque mi aporte como entrenador iniciaba y terminaba con la gestión del equipo", señaló.

Después dejó una consideración de orden táctico para seguir abordando aquella época: "Hay cuestiones de que mi gestión tenía corta vida y para mí fue clave el clásico con el Real Madrid que ganamos por 2-1 en casa. El segundo gol lo hacemos corriendo al espacio y si el Barcelona corría al espacio era porque algo no terminó de cuadrar. Pero yo entendía que si algo podríamos agregarle al equipo era no negarle la posibilidad de correr".

Por último el entrenador argentino rescató su mejor experiencia, dirigiendo a la Selección de Paraguay: "Lo que me dio la oportunidad de dirigir a Paraguay fue mi paso de cinco años en el fútbol local, en especial las semifinales de Copa Libertadores que conseguimos con Libertad en 2006. Me entusiasmó la calidad de futbolistas que podría tener".