El plantel del Rojo de Avellaneda vivió una noche de terror que no se olvidará. En su llegada a Brasil, para jugar esta noche contra el Bahía por la Copa Sudamericana, a varios jugadores les detectaron coronavirus, pese a que viajaron con el alta médica y ya transitaron la enfermedad. Serán deportados y pasaron la noche en el aeropuerto, donde debieron dormir en el piso y sin ninguna atención.

Algunos jugadores llegaron a discutir con las fuerzas de seguridad por el trato recibido y subieron sus quejas en redes sociales, donde visibilizaron la insólita situación que les toca vivir. Los siete jugadores y Pedro Damián Monzón vivieron una verdadera odisea pero el partido se disputa lo mismo esta noche.