Los Beatles nacieron y crecieron al ritmo del rock’n’roll. Eso es bien sabido. Puntualmente, Paul McCartney y John Lennon, las dos almas beatle, digamos. Los dos fueron niños en el comienzo de los 40 , en plena posguerra mundial; de hecho, Lennon llegó a este mundo en octubre del 40, durante un bombardeo, y McCartney nació en junio del 42, cuando su padre no estaba junto a su madre porque fue bombero voluntario durante la batalla de Inglaterra, enfrentamiento aéreo de Gran Bretaña con los nazis, y los dos crecieron en el furor del skiffle, que era un género muy cercano al rock’n’roll solo que no eléctrico. Hoy podemos ver que el skiffle, originado en los años 20 en los Estados Unidos, era una música de trabajadores pobres negros que tocaban armonías sencillas con instrumentos baratos y caseros. Y las familias Lennon y McCartney, aunque inglesas, no eran precisamente adineradas… Así que los chicos crecieron queriendo ser músicos de skiffle. De hecho, The Quarry Men, el primer grupo que unió a John y Paul, era de skiffle. Lo mismo sucedió con los gérmenes de otras grandes bandas de rock como The Rolling Stones y Led Zeppelin.

Ya en la adolescencia, Lennon y McCartney se reconocieron músicos de rock’n’roll y tal es así, que el primer repertorio de The Beatles fueron temas no propios sino covers de artistas de rock como Little Richard, Chuck Berry y Buddy Holly.

Ya disueltos Los Beatles, que habían puesto al mundo en color, John Lennon se separó de Joko Ono y se instaló por un tiempo en Los Angeles. Era 1974. Y con co-producción de Phil Spector, grabo el álbum Rock’n’Roll que homenajeaba a sus primeras influencias. Así registró Be Bop a Lula, Stand by Me, Rip it Up, Sweet Little Sixteen, Slippin’and Slidin’, Bonie Moronie -el germen de Popotitos- y Peggy Sue, entre otros. Se publicó, con una portada en que se lo ve a principios de los 60 en una puerta de Hamburgo, en febrero de 1975.

Años después, en 1988, Paul McCartney lo imitó y, realmente, en circunstancias más felices o al menos con un sólido justificativo. Grabó un disco con sus primeras influencias de rock’n’roll y dedicó sus primeras ediciones a los fanáticos del rock de la Unión Soviética que habían desafiado las prohibiciones del férreo primer régimen comunista. Y llamó a su disco Chóba B CCCP, que era una cita directa a un tema de Los Beatles, Back in the USSR, De regreso a la Unión Soviética. Ese trabajo, que incluyó temas como Kansas City, Lawdy Miss Clawdy, The Midnight Special y That’s All Right Mama, tuvo sus primeras ediciones solo más allá de la Cortina de Hierro, aunque en tiempos de perestroika. Un tiempo después, el LP tendría edición mundial.

Un tema del álbum Rock’n’Roll de John Lennon:

Be-Bop-A-Lula (Remastered 2010)

Uno del álbum Chóba B CCCP de Paul McCartney:

Lawdy, Miss Clawdy (Remastered 2019)