La Cueva de Ovnibus, por radio
En un programa que conducían Norberto Tallón y Liliana Daunes, y que producía el autor de estas líneas, se concretó los miércoles a la noche en una radio de Buenos Aires, hace 40 años, un ciclo musical acústico con entrada libre y gratuita del que participaron grandes figuras. Aquí se rescata esta historia
Se llamó La Cueva porque se hacía en un estudio de la planta baja de Radio Rivadavia adonde había un piano de media cola, una gloria, y porque para nosotros, los pibes de la FM que estábamos en el primer piso, ir a la planta baja donde emitía la histórica AM de Héctor Larrea, Antonio Carrizo y José María Muñoz, era como “bajar un subsuelo”, y las cuevas suelen estar “abajo”.
Pero por sobre todo, porque cuando llegué a la radio por primera vez vi que casi a la vuelta de ese lugar, Arenales casi Pueyrredón, había estado La Cueva de Pueyrredón adonde a fines de los 60 habían nacido en parte casi todas las primeras canciones del rock local.
Ese ciclo arrancó con mi llegada a la radio, que se concretó por mediación de Juan Alberto Badía, que conducía ahí Piedra Libre, el principal programa, durante toda la mañana, y era parte del envío nocturno Ovnibus, de ¡siete horas diarias! -de 22 a 5- que conducían Beto Tallón y Liliana Daunes, grandes profesionales y además seres hermosos.
Pasaron por La Cueva de Ovnibus casi todos los grandes artistas de ese momento.
Recuerdo que estuvieron Víctor Heredia, Piero, Marilina Ross, Juan Carlos Baglietto con su banda completa -en la que tocaba el piano un jovencísimo pelilargo llamado Fito Páez-, Los Jaivas (que se ven en la foto de apertura), Ruben Rada (entrevistado por Beto y Lili en esa misma foto), el dúo Fantasía, Horacio Fontova, María Rosa Yorio, Alejandro del Prado y mil más.
El público podía asistir consiguiendo en forema absolutamente gratuita invitaciones que se entregaba en la recepción de la radio durante el día hasta que se agotaban -por cuestiones de lugar, nunca podían ser más de una treintena de personas- y asistía sin saber qué artista se presentaría.
Como era común que hubiera consagrados, las sorpresas siempre eran gratísimas.
Escuchaban los asistentes al estudio y quienes sintonizaban la radio.
Para ilustrar algo de esto, rescaté unos audios.
Son de una noche de La Cueva en la que se presentó, acompañado por su banda completa, Juan Carlos Baglietto, en ese momento la figura más popular de la música argentina. En el piano lucía Fito Páez, que esa noche estrenó una canción y la cantó -lo hacía muy poco en los shows- con Baglietto en la segunda voz.
Lo que presentaba La Cueva de Ovnibus eran, concretamente, conciertos acústicos. Sucedió muchos años antes de que MTV impusiera el formato unplugged.