En conferencia de prensa, María Fernanda Raverta, titular de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) brindó precisiones respecto al segundo pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).

Se trata del esquema con que el gobierno nacional buscó llegar a quienes golpeó más directamente la cuarentena, desde desocupados y changarines, pasando por trabajadores de casas de familia y quienes cobran asignaciones, hasta monotributistas.

Se trata de un universo de 8 millones trescientas mil personas. La funcionaria dejó en claro que el nuevo pago estará dirigido a las mismas personas que percibieron por primera vez los $ 10.000 de ayuda.

Por eso no habrá inscripciones: cobrarán las mismas personas, ni una más, ni una menos.

Raverta, que reemplazó a Alejandro Vanoli en el cargo, reconoció que fue “confuso ir a cobrar”, por lo que “la idea es simplificar el cronograma” y tornarlo “inteligente”.

La cuestión es que armar un esquema en plena cuarentena, y para casi el 20 por ciento del total de la población del país demanda una logística impensada.

Es central también el gran nivel de informalidad. Por eso en conferencia de prensa se reconoció que se quiere que otorgar un CBU a la mayor cantidad de personas.

Fundamentalmente, porque quienes no están “bancarizados” son los últimos beneficiarios en percibir la ayuda.

Por eso, esta segunda cuota se terminaría de cobrar posiblemente entre fines de julio y principios de septiembre.

Por ahora, se sabe que desde el lunes próximo, se comenzará a pagar el IFE a quienes perciben la Asignación Universal Por Hijo (AUH).