El lunes 6 de julio, tras meses de trabajo, el Gobierno nacional presentó su cuarta propuesta de reestructuración de deuda bajo ley extranjera. La presentación fue bien recibida por un buen número de bonistas y por el mercado.

Sin embargo, todavía hay un grupo de acreedores que solicitó continuar con las negociaciones, por lo que el tema no finalizó. Lo que sí, según un grupo economistas consultados por el medio Télam, la propuesta "permitió acercar posiciones".

Cabe recordar que los grupos bonistas que vieron con buenos ojos la propuesta nacional son los fondos Fintech, Gramercy y Greylock. Pero quienes integran el grupo Exchange y el comité de acreedores Ad Hoc decidieron no aceptar la oferta y pidieron seguir negociando.

El ministro de Economía, Martín Guzmán
El ministro de Economía, Martín Guzmán

Ante esta realidad, Mariela Díaz Romero, economista senior de Econviews, dijo que el Gobierno buscó generar atractivo para los tenedores de bonos con mayor protección legal -indenture 2005-, un umbral mínimo de participación y un reconocimiento de intereses corridos.

"La nueva propuesta permite conservar las cláusulas de acción colectiva pautadas en un 85%, algo que era requerido por los bonistas del canje 2005. Sin embargo, algunos grupos de acreedores pedían ir más allá, y querían obtener esa misma protección legal para todos los que ingresaran al canje, algo que no se concedió en la nueva propuesta", planteó.

Sin embargo, la negocación con Exchange y Ad Hoc será compleja: "Si bien se ha acercado, la propuesta actual valuada a US$ 53 asumiendo una exit yield (tasa de salida) de 10% todavía está algo lejos de las presentadas por estos grupos más duros, que piden alrededor de US$ 60 por cada US$ 100 de valor nominal", aclaró Díaz Romero.

El Gobierno tiene un desafío por delante respecto a la deuda
El Gobierno tiene un desafío por delante respecto a la deuda

Martín Kalos, economista y director de EPyCA Consultores, hizo referencia a que el objetivo acá es lograr convencer a la gran mayoría de los acreedores, no a todos. El Gobierno debe definir ese alcance y trabajar en pos de ello.

"No se trata de darle algo que haga que entren todos, sino que una mayoría de los bonos sean canjeados. Acá el Gobierno de entrada supo que no todos los bonos iban a ser canjeados, ya que iba a ver fondos con posiciones más alejadas a su oferta y esto, en algún bono, iba a significar que no se llegara a la mayoría. Pero si una mayoría de los bonos se logra canjear, entonces el canje habrá sido exitoso", indicó.

También diálogo con la Agencia Télam, Matías Rajnerman, economista Jefe de Ecolatina, también hizo hincapié en la importancia de que la mayoría de los acreedores acepte la propuesta, no todos.

"Al momento lo que pareciera es que hay un acuerdo con una porción de los tenedores mayoritario de los bonos, concretamente Fintech, que es un fondo encabezado por David Martínez. Y hay una posición parecida con Gramercy", precisó.

También aclaró que, aunque no hay acuerdo todavía, el grupo Ad Hoc y el grupo de Exchange "no son fondos buitres".

El FMI respaldó las propuestas del Gobierno Nacional
El FMI respaldó las propuestas del Gobierno Nacional

Por su parte, Santiago López Alfaro, economista y socio de Delphos Investment, explicó que hay tiempo para negociar hasta el 4 de agosto y que, según su punto de vista, no cree que el Gobierno ofrezca ningún incentivo extra a la oferta ya presentada.

"De a poco se van a ir sumando algunos y sobre el final veremos si los grupos más duros se terminan separando, porque la oferta para el grupo de los bonistas del canje 2005 es muy buena y parecida a lo que pedían. Lo que sucede es que por alguna razón que no conocemos están unidos", remarcó.

El economista Diego Martínez Burzaco también valoró que las negociaciones continúen, sobretodo por parte de Blackrock. "El Gobierno es inteligente en este sentido, y está tratando de llegar a un acuerdo para que Blackrock esté dentro del canje. Primero, porque el contexto internacional en términos de tasa de interés es propicio para llegar a un acuerdo y, en segundo lugar, porque ninguna de las dos partes tiene ningún rédito en el corto plazo si no se llega a un acuerdo", estimó.

"La verdad que sería un desperdicio ir a un esquema de arreglo parcial, considerando el esfuerzo hecho. Hay una diferencia de US$2 o US$2,50. Me parece que hay margen para ponerse de acuerdo", finalizó Martínez Burzaco.

Fuente: Télam