Mientras la economía muestra una reactivación heterogénea, en la que algunos sectores aún no pueden recuperarse de la crisis provocada por la pandemia, el Gobierno nacional tiene en estudio la posibilidad de implementar un Ingreso Universal Básico, que alcanzaría a un tercio de quienes cobraron el IFE y que requerirá alguna "contraprestación" por parte de las personas beneficiadas.

El ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo sostuvo que “se tiene que construir un esquema de un ingreso con contraprestación laboral", y que "quienes lo cobren tienen que capacitarse, trabajar o acceder a sus propias herramientas para sus emprendimientos"

Daniel Arroyo, Ministro de Desarrollo Social de la Nación.
Daniel Arroyo, Ministro de Desarrollo Social de la Nación.

En diálogo con AM750, el funcionario expresó que la población objetivo a la que alcanzaría la medida, serían unos 3 millones de personas que cobraron el IFE "que tienen muchos problemas, que se quedaron sin trabajo o perdieron horas que no pueden recuperar".

En esa línea, el funcionario detalló que, de los 9 millones que percibieron el Ingreso Familiar de Emergencia, "hay tres millones de personas que ya pudieron reinsertarse en la economía y otras tres millones que están camino a eso", aunque aún hay un tercio que persiste con problemas y es al que apuntaría la medida.

Por otra parte, señaló que “también hay seis millones de cuentapropistas que están endeudados a una tasa de interés del 200 por ciento anual. Esa es la realidad social de hoy en Argentina”, No obstante ello, Arroyo admitió que aún no saben exactamente cuando se implementará porque todavía "no hay condiciones fiscales para darlo de inmediato”.

.