Según datos relevados por la Secretaría de Seguridad Social, dos de cada tres jubilaciones vigentes en el sistema previsional gestionado por la Anses fueron obtenidas tras la adhesión a una moratoria por aportes impagos.

Cabe destacar que la tasa de participación de las jubilaciones con moratoria creció rápidamente a lo largo de los últimos años. En 2005 eran el 0,26% del total; en 2010, el 55%; en 2015, el 62,3% y, en 2020, el 64,8%. Entre las mujeres en particular, el índice llegó al 77%.

Actualmente, en cifras, son 3.283.753 las prestaciones jubilatorias sobre un total de 5.053.331, las que poseen ese plan que implica un subsidio estatal, por tratarse de casos de personas que no registraban aportes, o que sí tenían, pero en cantidad insuficiente respecto de lo exigido por la ley para acceder al cobro de forma regular.

Estos datos son el reflejo de los problemas de fondo que hay en la economía y en las políticas de la Argentina, como el de la persistencia de una muy elevada informalidad laboral y el de la ausencia de un debate de fondo sobre el sistema previsional.

Si bien no necesariamente se cobra el haber mínimo por un beneficio con moratoria, en la mayoría de los casos sí ocurre eso: en diciembre, el 65% del total de prestaciones (jubilaciones y pensiones) no superaba la mínima, mientras que ese índice era del 88,6% entre los beneficios con moratoria, y de 38,6% entre los que se jubilaron con al menos 30 años de aportes hechos con anterioridad.

De las jubilaciones dadas de alta en 2020, casi el 58% incluyó moratoria, un porcentaje similar al de los tres períodos previos. En el último año hubo un número muy reducido de nuevas jubilaciones, por efecto del cierre de las oficinas de la Anses durante unos meses -por la cuarentena decretada por el Gobierno-, y de las dificultades y demoras posteriores para acceder a turnos de atención presencial o para hacer trámites virtuales.

¿Cuáles son los planes que hoy siguen vigentes?

Está, por un lado, la moratoria de la ley 24.476, por la que pueden declararse aportes hasta septiembre de 1993 y siempre que se haya tenido al menos 18 años al inicio del período informado. La limitación para ingresar a ese plan va siendo mayor con el paso del tiempo. La ley 26.970, en tanto, les permite a las mujeres de 60 años o que cumplen esa edad hasta el 23 de julio de 2022, declarar deudas por períodos hasta diciembre de 2003; los varones pueden acceder si cumplieron 65 años antes del 18 de septiembre de 2016.

Ingresar a una moratoria implica declararle al fisco una deuda por aportes, para saldarla usando un plan especial, con cuotas que se descuentan de los haberes. El mecanismo implica un parche en un país con una amplia problemática laboral. Según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, al tercer trimestre de 2020 el 45% de los puestos de trabajo correspondían a asalariados sin aportes o a cuentapropistas, entre los cuales hay muchos informales y contribuyentes de aportes bajos, por lo que, en los hechos, están en sistemas subsidiados en lo previsional, como el del monotributo o el de servicio doméstico.