Rafa Nadal fue desafiado por el narrador oficial del partido, quien se encontraba en la cabina de retransmisión del Arthur Ashe junto al comentarista y amigo del tenista John McEnroe.

El relator lo retó a que con un tiro haga que la bola llegue hacia sus manos.

Nadal no lo dudó y aceptó la propuesta ante la mirada de los cientos de fanáticos que estaban en el recinto.

El número 2 del ránking ATP picó la pelota, miró fijo a su objetivo, calculó y soltó el remate que se elevó directo hacia la cabina en donde estaban los comentaristas.

La pelota cruzó las gradas, se metió por la ventana y llegó a las manos del relator que no pudo contenerla desde un primer momento. Los aplausos estallaron tras el “pulgar arriba” de ambos. Desde la cancha Nadal lo apuntó con el dedo refiriéndose a que cumplió con el desafío.

Posteriormente, el español se encargó de derrotar al argentino en un partido en el que ni la humedad excesiva que había en el ambiente, ni el gran espíritu de lucha de Schwartzman, pudieron con la clase y el tenis que sacó a relucir.

El “tiro imposible” con el que Rafael Nadal ganó una apuesta