El final de la temporada se avecina en Europa. Y ya existen algunas certezas. Ottamendi no seguirá en el equipo dirigido por Guardiola.

Las razones que explican la determinación son múltiples y variadas.

La principal es estrictamente deportiva. El defensor argentino perdió la titularidad para Pep y el jugador ve con buenos ojos un cambio de aire.

Por otro lado, el Atlético necesita incorporar marcadores centrales por la venta de Lucas al Bayern Munich y el seguro traspaso del uruguayo Diego Godín al Inter de Italia.

El primer nombre que se sumó al nuevo proyecto de Simeone es el central brasileño Felipe, proveniente del Porto de Portugal. Y el entrenador argentino quiere también a Ottamendi.

Hace algunas semanas se especuló en los medios metropolitanos, la utopía de un pronto regreso al fútbol argentino.

El defensor de la selección nunca ha ocultado su fanatismo por River. Y Gallardo necesita un central de experiencia para nuestro mercado de invierno.

El impedimento es de neto corte económico. Ningún club del país puede afrontar los sueldos siderales que cobran estos futbolistas en el exterior.

Inclusive, hasta al Atlético de Madrid le costaría afrontar el mismo salario que percibe el jugador en el Manchester City.

Simeone ya lo había pedido en en año 2015. Pero hay un inconveniente. Ottamendi renovó contrato el año pasado.

Y se convirtió en uno de los defensores mejor pago, de la Premier League.