Enero fue uno de los más violentos comienzos de años registrados en Córdoba: 12 asesinatos, entre ellos dos femicidios y un transfemicidio. A fines de marzo, los crímenes ya son más de 35. Detrás del número están las vidas que se cortan con la violencia más cruda y el dolor de todo su círculo familiar. Como sucedió, solo por mencionar uno de los primeros casos del año, con Agustín Ávila, de 16 años, asesinado de un botellazo durante una pelea en las inmediaciones del estadio dónde se realizaba el festival de Jesús María. El principal acusado tiene 15 años y está detenido. Hay otros ocho imputados en el caso. 

Jóvenes, varones, que conviven en el mismo barrio o territorio y que se enfrentan para resolver sus conflictos interpersonales, muchas veces con armas de fuego. Esta es una de las principales variables de los homicidios en Córdoba y en el país. 

No hay mayor complejidad y despliegue en la ejecución de los homicidios en Córdoba, como si se ve en Rosario, donde el sicariato, y las ejecuciones planificadas en la vía pública son preocupantes. El dato más contundente es que 2022 terminó con el récord de homicidios para Rosario: 288 crímenes. Mientras que en toda la provincia de Córdoba se registraron 95, y poco más de la mitad (51), en la ciudad Capital. Es decir, seis veces más asesinatos. 

Este dato y el análisis de un fenómeno multicausal que derivó en la situación de Rosario, alcanza al menos para despejar los fantasmas esparcidos por referentes sociales y políticos, que en las últimas semanas proyectaron un futuro “rosarino” para Córdoba. “No somos Rosario, pero si nos descuidamos en tres meses lo seremos”, se animó a decir muy suelto de argumentos el obispo de Córdoba Ángel Rossi y en segundos sus palabras se esparcieron por los medios. 

En noviembre de 2022, el Sistema de Alerta Temprana del Ministerio de Seguridad de la Nación publicó un informe sobre homicidios dolosos en el país, con datos de 2017 a 2021. Como resumen, los homicidios dolosos siguen siendo la tercera causa de muerte violenta, después de accidentes viales y suicidios.  

En 2021 se registraron 2.093 homicidios dolosos: una tasa de 4,6 cada 100.000 habitantes. 

La provincia de Santa Fe lleva las tasas más altas desde hace varios años. En 2021 fue de 10.1. En ese panorama, Córdoba se mantiene debajo de la media: en 2020 hubo 121 homicidios (tasa 3.2)  y 88 crímenes en 2021 (tasa 2.3). Los datos de 2022 que se citan en esta nota fueron relevados por el periodista Juan Federico, dado que aún no se cuenta con información oficial. Los 95 casos del año pasado, aunque se trate de historias atravesadas por el dolor, son menos de un cuarto de los 405 homicidios registrados en toda la provincia de Santa Fe en el mismo periodo. 

Enemigos íntimos

Diego Irusta tenía 40 años y fue asesinado en su casa de barrio Suárez durante los festejos de Año Nuevo. Vicente Aroca, conocido, vecino, que estaba en el mismo festejo, fue quien le dio un tiro en la cabeza e inauguró, de esa manera, la lista de homicidios dolosos de 2023. 

El caso marca la tendencia histórica en Córdoba: víctima y victimario se conocen y conviven en el mismo territorio. 

La casa del presunto asesino fue atacada por los vecinos. Foto: La Voz/Pedro Castillo
La casa del presunto asesino fue atacada por los vecinos. Foto: La Voz/Pedro Castillo

Los crímenes se dan generalmente, en la vía pública o en domicilios particulares. Estas variables arrojan algunos análisis: El 66 % de las mujeres víctimas de homicidios dolosos fueron asesinadas en sus hogares, mientras que el 60% de los hombres, en la vía pública. Aún resta saber qué sucedió con Anahí Bulnes, la docente desaparecida y presuntamente asesinada a fines del año pasado, cuyo cuerpo se sigue buscando. El 2022 terminó con una cifra alarmante de 30 femicidios en Córdoba. Según el registro de Juan Federico, 19 de esas mujeres fueron asesinadas en sus hogares.

También las víctimas menores de 14 y mayores de 50 murieron murieron en sus domicilios particulares. Entre los 15 y los 49, predominan los homicidios en la vía pública. 

Hay otro dato que sirve para analizar la situación de Córdoba y Santa Fe. En Córdoba (siguiendo la media nacional) el 54% de los homicidios dolosos ocurrieron en la vía pública. Santa Fe se destaca del resto, con el 71%. 

Lo mismo sucede al comparar las mecánicas y el tipo de arma usada en cada caso. La media nacional indica que en 8 de cada 10 homicidios intervienen armas de fuego y armas blancas. En Córdoba, durante 2021, el 42% de los crímenes fueron cometidos usando armas de fuego. También intervinieron armas blancas y otras mecánicas. 

Una pareja de ancianos fue asesinada por su nieto en el paraje El Tío, Córdoba.
Una pareja de ancianos fue asesinada por su nieto en el paraje El Tío, Córdoba.

El caso de Santa Fe sigue siendo notorio. El 77% de los homicidios fueron cometidos usando armas de fuego. Le sigue la provincia de Buenos Aires, con 58%. A nivel nacional, la mayor proporción de víctimas de armas de fuego son varones de entre 15 y 29 años. 

Para despejar esos fantasmas, la docente e investigadora Valeria Plaza sostiene que “la cercanía con Rosario no es una amenaza”. “La violencia no es contagiosa. No por estar cerca de un lugar significa que las violencias se trasladaran. En ciencias sociales analizamos los fenómenos ocurridos en las últimas décadas”, dice. Para Plaza, en todo caso, quienes diseñan políticas públicas en Córdoba pueden estudiar qué medidas acrecentaron los niveles de violencia en Rosario, y no seguir ese camino. 

Enrique Font, abogado, investigador y ex secretario de Seguridad Comunitaria de Santa Fe, uno de los hombres que más estudió la violencia en esa provincia, sostiene que los niveles de regulación y participación estatal de las violencias, excede a la corrupción policial.