El maestro dejó una obra inmensa que incluye bandas de sonido para el cine que lo harán inolvidable. 

Dado que la dolencia que le costó la vida (complicaciones derivadas de una fractura de fémur) le mantuvo consciente y lúcido hasta el final, Morricone tuvo tiempo de planificar su propio funeral y de firmar una nota necrológica en la que se despedía de amigos y conocidos. Así lo ha comunicado su abogado, Giorgio Assuma, al diario italiano La Reppublica. El rotativo señala que el sepelio del músico (conocido por sus bandas sonoras para El bueno, el feo y el malo, Días del cielo, Los intocables de Eliot Ness y muchísimos otros filmes) ha sido muy modesto, tanto por su deseo expreso como por causa de las medidas de seguridad contra el coronavirus.

"No quiero molestar" la carta de despedida que dejó Ennio Morricone

“Yo, Ennio Morricone, he muerto”, comienza el autoobituario. Y prosigue: “Lo anuncio de esta manera para todos los amigos que han estado siempre cerca de mí y también para aquellos un poco más lejanos a los que saludo con gran afecto. Imposible nombrarlos a todos”. “Hay una única razón que me empuja a saludaros a todos así y a tener un funeral privado: no quiero molestar”.

A continuación, la despedida de Morricone menciona a muchos amigos, familiares y compañeros de trabajo, entre ellos, un tal ‘Peppuccio’ que no es otro que el director Giusseppe Tornatore (Cinema Paradiso). La última despedida se la lleva su esposa Maria Travia: “A ella le renuevo el amor extraordinario que ha tenido siempre y que me desagrada abandonar. Para ella va mi más doloroso adiós”.

(Fuente: Cinemanía)