LA CANCIÓN ES LA MISMA

(Por Gustavo Arnoldt desde Rio de Janeiro)

Cayo el telón en Rock in Río, el festival de música más grande del planeta que recibe cerca de 800.000 personas en las siete jornadas, cerró en la madrugada de hoy con la actuación de Muse.

Si nos metiéramos en el túnel del tiempo, por estos escenarios, fueron mutando de nombres, pero la esencia es como la canción “que sigue siendo la misma”. Ya no están los Freddie Mercury, Elton John, Rod Stewart o Axel Roses, pero hay una nueva camada (o no tanto) que pide ocupar un sitial preponderante en el universo de la música contemporánea con nombres convocantes como Bon Jovi, Red Hot Chili Peppers , Iron Maiden o los inoxidable Slayer, que cuentan con seis discos de oro, y fueron nominados cinco veces con los Premios Grammy y en el 2006 y 2007 como Mejor Performance de Metal, entre otros.

Si hay que seleccionar los mejor del festival el orden sería Red Hot Chily Pepper, Ivete Sangalo, Iron Maiden y Paralamas do Sucesso. Auque los Red Hot hace mucho no sacan un trabajo musical nuevo, en vivo son impresionantes por la pulcritud de su sonido, su bajista (sin duda uno de los mejores del mundo) y el histrionismo de su cantante.

Ivete Sangalo también fue una de las artistas más importantes. Con un ingreso al set majestuoso tocando la batería hizo delirar a propios y extraños, sobre todo con el tema “Alegría” que es un verdadero himno a la alegría.

Bruce Dickinson, demostró que su garganta está intacta. Este grande de la música y de la vida (superó un cáncer de garganta hace unos años), se puso al hombro a Iron Maiden con la mayoría de los temas de “El libro de las Almas” y junto al bajista George Harris (el único integrante de la banda originaria Iron Maiden) deslumbró a los metaleros y no metaleros, en la noche de mayor afluencia de público en Rock in Río.

Paralamas, por su parte, sigue vigente. Con 37 años de carrera estos brasileños que editaron un disco en español y realizaron temas de Gustavo Cerati y Fito Paez son de lo mejor de este lado del mundo. Parabienes Paralamas.

Drake. con cuatro Premios Grammy en su haber quiso sacar “chapa” de ídolo. Lo pudo hacer entre los más adolescentes, pero quedó muy mal parado con los entendidos de música porque sus playback fueron demasiado evidentes. De todos modos, el canadiense se llevó el mejor “jornal” de Rock in Río. La nada despreciable cifra de 4.000.000 de los “verdes”, no quiero hacer la conversión porque la depresión que me agarraría sería descomunal.

La organización fue intachable, en todos los sectores, y eso augura un futuro venturoso a Rock in Río que el próximo año estará en Lisboa y en 2021, es casi un hecho, en Chile. Sólo algunos precios excesivos dentro del predio (un vaso de cerveza al cambio de hoy $ 180) indican que este festival no es para cualquier bolsillo, o que la plata nuestra no vale nada y gastarla en Rock in Río es una saludable elección. Amén.

Gustavo Arnoldt

Cayó el telón en el Festival Mais Grande do Mundo