La semana pasada, la escultura de Daniel Salzano sufrió ehchos de vandalismo que obligaron a removerla de la esquina que ya desde hace años habita: la del bar Sorocabana.

En pleno microcentro de la ciudad de Córdoba, esa estatua del escritor y periodista nos recuerda su gusto por las letras, el humor y el cine.

La escultura fue dañada por actos de vandalismo el fin de semana pasado, fue restaurada y devuelta al lugar que ocupa desde 2016, en el Bar Sorocabana, un clásico punto de encuentro de nuestra ciudad y parte fundamental de la nueva Super-manzana. Gracias al esfuerzo de sus dueños y en el marco de la revalorización de la zona volvió este lunes a la mesa de la esquina de Buenos Aires y San Jerónimo, para que, quienes así lo deseen puedan sentarse con él a compartir un café, leer el diario, escribir algunos versos o simplemente mirar la gente pasar.