Varios años pasaron ya desde que Pablo Katchadjian, escritor argentino, escribió "El aleph engordado". Se trata de un cuento basado en el célebre relato de Jorge Luis Borges "El aleph" pero al cual Katchadjian le agregó 5600 palabras.

Al poco tiempo del anuncio, María Kodama, dueña de los derechos de la obra de Borges, denunció y llevó a juicio a Katchadjian por plagio. Ella insistía en que el "El aleph engordado" era una copia y adulteración de "El aleph" orginal.

Esta disputa sucedía en 2009, doce años atrás. Dividió aguas en el mundo de la literatura y generó una interesante discusión: ¿era el cuento de Katchadjian un "remix"? ¿era una simple copia pese a que tenía más de 5 mil palabras extra? ¿correspondía que perdiera el juicio?

Finalmente, y luego de que en 2015 dictaran la falta de mérito a Katchadjian y lo volvieran a procesar, la Justicia falló a favor del escritor. El Juzgado Civil Número 1 resolvió que Kodama debe pagar 688 mil pesos y otros 200 mil de gastos de ejecución. 

Al parecer, el fallo se basa en que Katchadjian siempre sincero y no tuvo intenciones de lucrar con una obra ajena. Desde el principio, el escritorio dejó en claro que "era un experimento literario". Además, no se enriqueció con lo publicado: fueron 200 ejemplares.

El abogado defensor de Katchadjian, Ricardo Strafacce, explicó a Clarín que "desde el punto de vista literario, la diferencia está claro que pasa por la intención de engaño: si el autor quiere lucrar con una obra que pretende hacer pasar por el original, merece condena, pero en este caso se trata de algo totalmente distinto: él desde el primer momento explicó que se trataba de una ejercicio de la literatura. Esta sentencia habilita una mayor libertad para los autores, a la hora de hacer intervenciones de este tipo".

Por esto, él planteó en su defensa que su representado no defraudó los derechos de propiedad intelectual que le reconoce la legislación vigente a María Kodama en relación con la obra literaria El Aleph.