El 12 de enero de 1984, en un clima entusiasta del país que recién recuperaba la democracia, un grupo de audaces estrenaba en el Teatro Comedia de Rosario “La Forestal”. Se trata de una “crónica cantada” que relata la dramática situación laboral de los hacheros en los montes de quebracho del norte santafesino y el sur chaqueño, durante los finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

A raíz de este aniversario conversamos con Jorge Cánepa uno de los responsables de este proyecto que colmó el Teatro Comedia en aquel verano “sin aire acondicionado” como recuerda el entrevistado, durante dos meses con dos funciones diarias. Luego tuvieron un mes de gran suceso en el Teatro Astral de Buenos Aires, “ese sí que es un teatro grande, evoca Cánepa” y posteriormente en diversos puntos del pais.

Los protagonistas del estreno

El grupo se integraba de la siguiente manera: Enrique Llopis en voz, Emilio Lenski en la actuación, Jorge Cánepa en la música, Néstor Zapata en la dirección y el grupo de músicos que formó parte del estreno estuvo integrado por Sergio Puccini (guitarra), José Luis “Colo” Belmonte (batería), Marcelo Capobianco (bajo), Ruben Nieva (percusión) y el Coro Ars Nova, dirigido por Miguel Angel Solagna.

Evocando los 40 años…

Se programa una serie de actividades para evocar las cuatro décadas del acontecimiento: reedición del disco grabado en el Teatro Comedia, conferencias, presentacion de un video y difusión en las escuelas con presencia de los protagonistas.

El impulsor

“Fue Raúl Granados, destacado comunicador rosarino, padre de Pablo y abuelo de Migue (autor del podcast La cruda) quien nos impulsó a comenzar el proyecto, recuerda Cánepa. Él nos recordó un texto del gran intelectual Rafael Ielpi sobre el tema y buscando fue como encontramos un material anterior grabado por Canto Libre, célebre grupo musical de la época”.

“Tardé dos días con sus dos noches, trabajando sin parar para componer la música y terminé de componer diez temas, dejamos tres temas de aquella versión primigenia y lo llamamos a Lenski, hoy ya fallecido, quien armó un personaje inolvidable. Nos pusimos a trabajar hasta que advertimos que no teníamos puesta en escena, entonces llamamos a Néstor Zapata, director de cine y teatro quien armó una escenografía con los pocos manguitos que habia”.

El autor del libro en el que se basa la obra

¿En qué se basaron los autores para reconstruir la historia?

"La obra está basada en el libro del gran escritor rosarino Gastón Gori, La Forestal: la tragedia del quebracho colorado. Un investigador muy importante de la literatura santafesina. Su libro es largo, justificadamente largo porque él investigó durante muchos años qué había pasado. Rafael Ielpi, toma todos esos datos, los resume y compone las letras de las canciones que interpretaba Enrique Llopis quien, con su canto, relataba los sucesos con ritmos argentinos muy diversos.

Un estreno que superó nuestras expectativas

“El día del estreno fue una revolución, rememora Cánepa. Vinieron todos los políticos; el gobernador y el intendente habían asumido hacía unos días; Usandizaga intendente de Rosario y José María Vernet Gobernador de la provincia de Santa Fe”.

“Nosotros, desde atrás del telón no podíamos creer lo que veiamos, el teatro repleto hasta con gente en los pasillos. Pudimos haber seguido con funciones todo el año, la gente se desesperaba por conseguir entradas, pero la sala estaba comprometida a una revista que venía de Buenos Aires y nos quedamos sin teatro”.

Jorge Cánepa, músico, escritor, autor de la música incidental de la obra (Foto: redes)
Jorge Cánepa, músico, escritor, autor de la música incidental de la obra (Foto: redes)

Triunfamos en Buenos Aires

Y continúa recordando:  “Al productor entonces se le ocurrió llevarnos a Buenos Aires, es así que fuimos al Teatro Astral, muy grande, donde estuvimos más de un mes representando la obra en la calle Corrientes con gran suceso. Creo que hemos hecho más de mil funciones”. 

En Córdoba

En esa gira estuvo incluído el Teatro del Libertador de Córdoba, llamado Rivera Indarte en aquella época. Trabajamos a sala colmada.

“Sabés quién nos vino a ver ? pregunta Cánepa, y sin esperar respuesta completa dichoso: Carlos ”la Mona" Jiménez, entre otros notables. Al día siguiente vino a conversar, nos felicitó y nos invitó a su baile incluso y fuimos… Allí nos agradeció por nuestro trabajo en esta obra con un breve discurso en que mencionó una especie de “encuentro de culturas”, luego bailamos como hasta las 4 de la madrugada, rememora agradecido.

Y subraya: “Córdoba fue para mí un lugar inolvidable. Estuvo Rubén Juárez en esa función quien nos saludó con gran afecto. Ahí conocimos a Mario Palacios, sonidista, con quien luego fuimos muy amigos. Su sonido era excelente y significó un gran cambio en la calidad de la puesta”.

No tenía un final esperanzador

Y continúa dando detalles: “Yo soy el autor de la música incidental de la obra, la que crea los climas apropiados”, especifica Cánepa.

"El día del ensayo final, recuerda volviendo al proceso creativo, estábamos en el teatro y nos dimos cuenta de que no tenía un cierre, un tema final esperanzador y fuerte que diga “que ésto no ocurra nunca más”. Le pedí entonces a Rafael Ielpi que por favor escriba algo y en 20 minutos me entregó una letra, ahí nomás pedí un poco de soledad y en un rato compuse la música;  al otro día en el estreno cerramos con ese tema “Crónica de un olvido”.

Crónica de un Olvido

“Otra de las anécdotas del estreno es que tuve que tocar toda la música sin ver las escenas porque el teatro sólo tenía piano vertical, no de cola por lo tanto estuve de espaldas toda la función”. 

“En realidad nadie creía mucho en esta obra al principio, pero pasaron cosas tan extraordinarias que hoy todavía no las puedo creer”

La problemática de “La Forestal” tiene plena vigencia

"Todas las desventuras vividas por los obreros de la Forestal y sus famlias se cuentan en la obra y a veces tenemos dolores de cabeza con ciertas personas que pertenecen a esta nueva civilizacion del divertimento del "ea ea a pe pé todo pum para arriba" y que en algunos lugares, no en Rosario, pero en el norte de Santa Fe por ejemplo, donde todavía hay gente que llega a decir que La Forestal fue una bendición, son los que tuvieron la suerte de ser gerentes, los privilegiados. 

Desde el escenario no se cambia nada, estoy convencido de ello, lo que vale es denunciar lo que pasa porque a esta hora hay gente que está 25 horas seguidas cosiendo pantalones, hay mineros encerrados que no se sabe si reciben la comida, nada cambió de todo ésto. Nosotros tomamos el tema de La Forestal, hoy podríamos hacer varias obras más contando injusticias.

Con el tiempo, el personaje de Emilio Lenski (segundo desde la izquierda) se desdobló y sumó a Hamlet Lima Quintana (izquierda). A su lado, llopis, Zapata y Cánepa (Fuente y foto: Diario La Capital)
Con el tiempo, el personaje de Emilio Lenski (segundo desde la izquierda) se desdobló y sumó a Hamlet Lima Quintana (izquierda). A su lado, llopis, Zapata y Cánepa (Fuente y foto: Diario La Capital)

¿Volverían a los escenarios?

Le preguntamos a Cánepa si pensaron en representarla nuevamente?

Y reflexiona: “Es difícil, se complica porque han cambiado los códigos de comunicación, tenemos que ponernos a trabajar de otro modo, habría que incorporar multimedia etc. y estamos medio grandes pero de igual manera por ahí…alguna función podemos hacer porque este año tenemos organizada una actividad por mes recordando este estreno, vamos a reeditar el disco grabado en vivo en el Comedia, además estoy escribiendo un libro hablando sobre ésto. Volver al escenario sería difícil porque cada uno siguió con sus propias tareas”.

"Después de La Forestal hice la música de cinco películas cuenta Cánepa; Llopis siguió cantando incluso con grabaciones internacionales; el actor Lenski falleció; el director Zapata sigue dirigiendo el Centro Cultural Arteón en Rosario con mucha actividad. Todos seguimos trabajando. Pero si logramos combinar horarios…quizá aunque sea algunas funciones volvamos a hacer…

Escuchá la nota completa realizada en el programa “Susana y Amigos” de Radio Universidad Nacional de Córdoba. Que se emite los sábados de 9 a 13 hs. en AM 580.

Susana con Jorge Cánepa

Qué cuenta la obra teatral y musical “La Forestal”:

Entre fines del siglo XIX y mediados del siglo XX la industria tánica ocupo una posición importante en la economía de la región chaqueña. Durante ese periodo, en el norte de la provincia de Santa Fe se construyeron varias fábricas de tanino a las que acudieron miles de trabajadores. Así surgieron nuevos centros urbanos, los llamados pueblos forestales.

Durante sesenta años La Forestal, una compañía inglesa dedicada a la explotación del quebracho colorado, estuvo radicada en el Chaco santafesino. Cuando liquidó sus propiedades para instalarse en Sudáfrica, dejó como testimonio un páramo de un millón de hectáreas, decenas de pueblos fantasmas, y el horror en la memoria de los sobrevivientes. Hasta hay libros y una película donde se asegura que llegó a emplear veinte mil hombres a los que obligaba a trabajar jornadas de doce horas, y que se morían pronto. Tuberculosis, picados por alimañas, volteados por los gendarmes.

Entre los años 1919 y 1923 sindicatos de trabajadores de la empresa, protagonizaron luchas obreras pidiendo por mejores condiciones laborales que finalizaron en la masacre de la Forestal, una de las mayores masacres de la historia argentina. 

La masacre de La Forestal fue una matanza de huelguistas de la empresa británica de tanino La Forestal sucedida en 1921 en varios pueblos del norte de la provincia de Santa Fe. Los asesinatos sucedieron durante el gobierno del presidente Hipólito Yrigoyen y fueron cometidos por el grupo parapolicial Liga Patriótica Argentina y fuerzas policiales privadas de la empresa, autorizadas por el gobierno de la provincia.

La empresa se fue de Argentina en la década de 1960 y cerró las ciudades que había fundado, luego de haber talado casi el 90% de los bosques y haber causado un proceso de desertificación y un daño ecológico calculado en aquel momento en 3.000 millones de dólares.