Ayer pasó por la ciudad una de las voces más importantes de la música argentina: de la mano de Fabiana Cantilo Córdoba vivió una noche intensa y poderosa y el Quality Espacio se vistió de fiesta a sala llena y a puro rock.

Todo empezó cuando a las 21,18 en una entrada furiosa, como un estruendo llamó la atención del público y acompañó ese momento con un grito al unísono. Con un look negro y plateado brillante, con mucha transparencia y sensualidad, la dama del rock eligió Demoliendo Hoteles, canción de Charly García con un gran mensaje para arrancar la noche.

Con banda completa (Marisa Mere, en coros; Darío Casciaro, en guitarra; Andrés Dulcet, en bajo; Cay Gutierrez, en teclados; y Silvio Ottolini, en batería) siguió su repertorio con Una Tregua. El entusiasmo era el factor común entre los asistentes.

En los acordes de una guitarra acústica sonaba Meteoritos del álbum “Ahora” (2011). La bestia Pop dio paso a un momento de algarabía cuando Fabiana desplegaba su danza acompañando el ritmo de la mítica canción de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

Foto: Niko De Filippi / Quality Espacio
Foto: Niko De Filippi / Quality Espacio

“Me traes la tijera? Hace mucho calor…” ella explicaba, mientras alguien entraba con una tijera a cortarle las mangas de su camisa brillante transparente, y con arengas la gente acompañaba el momento.

Foto: Niko De Filippi / Quality Espacio
Foto: Niko De Filippi / Quality Espacio

Con un poco más de rock continuaba la noche y ante la pregunta “Quieren cantar?!” el auditorio acompañó los coros de Llego tarde.

Esto recién comenzaba y la cantante hablaba de la existencia del amor incondicional “por la música, por una mascota, porque el amor de pareja… vemos!”, y desataba una risa general en la sala en complicidad con sus dichos. Todo esto para dar pie al tema Superamor (2015), en el que se acerca a la versión más actual de Fabiana Cantilo en una vuelta más espiritual, finaliza con una referencia al hoponopono (lo siento, perdón, gracias, te amo).

Llega Tiro de Gracia de su último album (2019) con un sonido más sofisticado, profundidad en su letra y evocaciones a la música celta.

Aún falta y en un cambio de guitarra cuenta Cantilo que la siguiente es una “canción que le hice a mi querido Fito, de mi último disco”. Se levantan aplausos y empieza Dinosaurito. Acá destaca a la corista Marisa Mere que toma la guitarra acústica para acompañar con unos acordes y vocaliza unos sonidos desgarrados mientras la cantante principal baila al ritmo de la música, totalmente liberada.

Despierta el rock en el lugar con La Vela que invita al pogo y, aunque los espectadores (en su mayoría mayores de 30 años) tímidamente lo intentan desde sus asientos, la fiesta ya es inminente.

En un gesto de generosidad la artista invita a Marisa Mere a cantar sola No insistas. La destaca por ser su coach vocal y por su virtuosa voz que llega y conmueve al público presente, llevándose también sus aplausos.

Foto: Niko De Filippi / Quality Espacio
Foto: Niko De Filippi / Quality Espacio

Vuelve Fabiana Cantilo al escenario más enérgica y con menos capas en su traje, mientras la gente agita, al ritmo de la batería, Júpiter.

Y arrancaba una seguidilla de los grandes hits que todos conocen, comienza Cleopatra y la artista super descontracturada y divertida canta y baila al ritmo del twist. Llega después Bancate ese defecto del músico Charly García.

Foto: Niko De Filippi / Quality Espacio
Foto: Niko De Filippi / Quality Espacio

Se hace una pausa y suena Nada Es Para Siempre. Ya en los primeros sonidos todo el mundo coreaba y se prendía fuego ocupando todo espacio, el final con un solo de bajo estaba a cargo de las manos mágicas de Andrés Dulcet.

Viene La Batalla, “una canción que habla de la vida” acentúa la cantautora, que sube la energía en esa melodía.

Siendo las 22,20 se escucha que alguien dice “en batería Fabiana Cantilo” y sale Algo Mejor: un blues en el que ella canta y toca la batería, acompañada por Marisa Mere que, con una voz bien blusera, cierra la canción y se enciende el público. En ese clima, con una profundidad que desgarra, suena Amor Equivocado.

Foto: Niko De Filippi / Quality Espacio
Foto: Niko De Filippi / Quality Espacio

En un segundo se pasa de un silencio a Ya Fue, se levanta la gente y canta todo el tema. Sigue Fue Amor de Fito Paez. Y ya con Mary Poppins y el deshollinador todo el mundo se levanta de sus asientos y la algarabía general cierra con una coreografía a duo de Fabiana y Marisa.

Puro poder femenino: Fabiana Cantilo dejó su marca en Córdoba

Se apagan las luces, Cantilo sale del escenario y siendo las 22,43 al grito de “ohohoo” vuelve, con imágenes de fondo sobre violencia de género suena Canción Sin Miedo de Vivir Quintana, momento de profunda escucha, en las voces de Cantilo y Mere que, abrazadas, cantan juntas “Justicia! Que caiga con fuerza el feminicida”.

Llega el final del espectáculo y ¿qué no podía faltar en este repertorio? Así es, Mi Enfermedad es el tema elegido para cerrar a las 22,50.Sin dudas el show de esta gran referente del rock no tiene desperdicio, Fabiana Cantilo está en su mejor momento musical y el público cordobés lo pudo ver, escuchar y disfrutar en una noche perfecta.

Puro poder femenino: Fabiana Cantilo dejó su marca en Córdoba