Los motivos por los que las integrantes del plantel argentino de Fútbol Femenino celebraron el cero a cero de este lunes, ante Japón, exceden al momento.

Lo que pasó fue histórico, de allí la emoción posterior.

Se sabe, en nuestro país la visibilización de reivindicaciones feministas vienen ganando terreno, y en este sentido el plantel nacional lo tiene bien sabido.

El punto obtenido se ubica por encima de haberle sacado un empate a una potencia ecuménica. De hecho, se trata del primer país en profesionalizar la actividad.

El equipo asiático viene de jugar las finales de los dos últimos mundiales: fue campeón en 2011 y subcampeón hace cuatro años.

Para nuestro país, significó sumar el primer punto en una Copa del Mundo, después de sus dos primeras experiencias.

Es que, en los torneos de 2004 y 2007, Argentina perdió en sus tres partidos de grupo, anotando apenas dos goles.

De allí que, rival exigente mediante, hubo celebración.

Obviamente, las chicas dirigidas por Carlos Borrello tuvieron que aguantar a las niponas, aunque sin sufrir demasiadas opciones de riesgo en el área propia.