Los especialistas dicen que llegaron los mejores. Y por lo tanto, se esperan semifinales de gran nivel en el mundial de rugby de Japón, que este fin de semana entrará en etapa de semifinales.

La primera la jugarán mañana a las 5, hora argentina, en Yokohama, Nueva Zelanda con Inglaterra, dos equipos que llegan en un gran nivel y que prometen un partido que bien podría ser una final. Los All Blacks, bicampeones mundiales, tratarán de refrendar su condición de potencia casi infranqueable aunque su rival que está pasando un gran momento y que, tras el fracaso en su mundial, cuatro años atrás en el que no pasó de la primera fase, tratará de dar el gran golpe.

El domingo, a las 6, aparecerán Gales y Sudáfrica para disputar la segunda semifinal. También puede decirse que a este partido llegan dos equipos casi en la cúspide de su rendimiento. Los europeos, recientes ganadores del Seis Naciones y los sudafricanos, vencedores del último Rugby Championship.

La presión para los galeses es la de acercarse a la final de un torneo que nunca ganaron, lo que aumenta su ansiedad y exige un equilibrio emocional superior. Los Springboks, aunque perdieron cinco de sus últimos seis enfrentamientos ante sus adversarios del domingo, saben que también están en un buen momento y que no es para nada imposible llegar a la final.