"Respira con dificultad pero está vivo", lanzaba uno de los socorristas que procuraban rescatar del pozo de 32 metros de profundidad a Rayan, un niño marroquí, que había caído hace cinco días.

La cámara de los rescatistas mostraba en la mañana del sábado que Rayan se movía y su padre confirmaba: "Le hablé de lejos por radio, escuché su respiración, respira con dificultad pero está vivo", según la agencia italiana ANSA.

El rescate fue una carrera contrarreloj cada vez más desesperada, con socorristas marroquíes que trabajaban para intentar salvar a Rayan, un niño de cinco años que cayó en un pozo cinco días atrás y que, tristemente, no sobrevivió.

Miles de personas, algunas originarias de la región, habían acudido para mostrar su solidaridad y acampar allí a pesar del frío glacial de esa zona montañosa de la región marroquí de Rif, a unos 700 metros de altitud.

"Vinimos a apoyar a los socorristas. Rayan es un niño de nuestra región, rezamos a Dios para que se salve", dijo un voluntario, quien agregó. "No nos iremos hasta que salga del pozo", exclamaban.

Fuente: Télam