"Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios, nacido de una mujer", condenó el Papa Francisco en su homilía, en el día en que se celebra la 53 Jornada Mundial de la Paz.

Según Jorge Bergoglio, el cuerpo femenino "debe ser liberado del consumismo, debe ser
respetado y honrado. Es la carne más noble del mundo, pues concibió y dio a luz al Amor que
nos ha salvado. Hoy, la maternidad también es humillada, porque el único crecimiento que
interesa es el económico".

Además de su reivindicación de la gura de la mujer, el Papa también se refirió a los peligros
que enfrenta la Iglesia, en un marco de resistencias de sectores conservadores a algunas líneas
de su pontificado.

"El enemigo de la naturaleza humana, el diablo, trata de dividirla, poniendo en primer plano las
diferencias, las ideologías, los pensamientos partidistas y los bandos", advirtió. "Pero no
podemos entender a la Iglesia si la miramos a partir de sus estructuras, programas y
tendencias: percibiremos algo de ella, pero no su corazón", finalizó.