Brasil quedó gráficamente dividido cuando se conocieron los resultados de la primera vuelta electoral, el pasado 2 de octubre: dos mitades, norte y noreste, donde Lula mantiene una histórica ventaja; en el otro extremo, sur y sudeste dan mayoritariamente el voto a la derecha representada por Jair Bolsonaro.

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El mapa político resultante tras el primer llamado de las elecciones presidenciales reflejó una de las campañas más polarizadas de la historia de Brasil y muestra un tono similar a los comicios de 2018, cuando Bolsonaro se impuso sobre Fernando Hadad, en ese momento candidato por el PT, con Lula en la cárcel.

El Partido de los Trabajadores (PT) de Lula consiguió el 48,4% de los votos, mientras que el Partido Liberal (PL) del actual presidente Bolsonaro cosechó un 43,2%. En cuanto a los desempeños en cada estado, Lula venció en 14 y Bolsonaro en 12 más Brasilia, el distrito federal. En término de cantidad de estados, se puede usar la imagen del empate técnico.

Las terceras alternativas en una elecciones fuertemente polarizadas, con la candidata del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), Simone Tebet, obtuvo un 4,18%. Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), consiguió un 3,05%. Ambos, exprearon públicamente que apoyan a Lula en esta segunda vuelta. 

El nordeste es del PT

El Partido de los Trabajadores se impuso en todos los estados del nordeste, entre Maranhao y Bahía. 

Son estados con tradición de apoyo al Partido de los Trabajadores y regiones donde el gobierno Federal no tiene la presencia como en regiones del sur, o en grandes metrópolis como Rio de Janeiro y Sao Paulo.

El estado de Bahía, por ejemplo, es uno de los colegios electorales más importantes de Brasil.

Un dato relevante que ayuda a leer lo que sucede en la región nordeste es que allí se concentra la mayor cantidad de estados y es al mismo tiempo la región con la menor renta per cápita del país.

Bolsonaro domina el sur y sudeste 

La mayor victoria en primera vuelta de Bolsonaro fue en el estado de Santa Catarina, donde el presidente aventajó a Lula con un 62,21% sobre un 29,54%.

Las regiones del sur y sudeste de Brasil concentran los estados más ricos y son caracterizados como más conservadores, con una población mayoritariamente blanca y un desarrollo industrial más avanzado.

Otro punto donde el Partido Liberal ganó con claridad es Brasilia, el distrito federal, con un 51,65% de votos.

Minas Gerais

Desde la redemocratización del Brasil no hubo candidato a la presidencia que haya conseguido el cargo sin ganar en en el estado de Minas Gerais.