Los transportistas europeos se enfrentan a un nuevo desafío. Hasta el 70 por ciento de los movimientos de carga ferroviaria pueden verse afectados por una nueva huelga, la tercera en menos de un mes, convocada por los maquinistas alemanes en medio de una disputa salarial en curso con Deutsche Bahn (DB).

Según el consejero europeo de transportistas, Godfried Smit, en estas condiciones la planificación se hace especialmente difícil, ya que las interrupciones cada vez duran más.

“A veces, los trenes que cruzan a Alemania aún pueden utilizar conductores belgas, franceses u holandeses, pero no siempre está claro si un tren puede continuar o si se debe cambiar al conductor. Entonces, planificar viajes es bastante difícil”, comenta.

Si bien el European Shippers Council (ESC) ha mostrado su respeto a las huelgas como una forma de acción legítima, desde la institución comunitaria han alertado que, de cara a acciones prolongadas, “debe equilibrarse con el principio del libre tráfico de mercancías”.

En base a ello, y dado que la huelga provocó un riesgo sustancial sobre este principio, el organismo ha apuntado que el ESC presionará al gobierno alemán para rectificar la situación.

Hasta el momento, la naviera Hapag-Lloyd ha advertido a los clientes que sus movimientos pueden verse afectados por la huelga de cinco días, señalando que espera que la acción conduzca a restricciones en las operaciones terrestres y la disponibilidad de equipos.

Mientras tanto, DB presentará una solicitud de medida cautelar contra nuevas acciones en el tribunal laboral de Frankfurt, que según el jefe de HRO, Martin Seiler, ha sido "en interés de nuestros clientes".