El director de Salud Pública de la región de Estocolmo, en Suecia, ha dado la voz de alarma: “Necesitamos ayuda”. Björn Eriksson, en rueda de prensa, ha afirmado que las camas UCI están “casi completamente llenas”. Eriksson, en declaraciones recogidas por el diario Aftonbladet, asegura que ni siquiera tienen margen para abrir nuevas camas.

“Los habitantes de Estocolmo nos hemos juntado demasiado y hemos tenido demasiados contactos fuera de casa”, ha dicho Eriksson, que ha pedido a la ciudadanía que restrinja sus movimientos.

La incidencia de la enfermedad en Suecia es muy superior a la de los países de su entorno. El país decidió no aplicar medidas drásticas de confinamiento y distancia social y apostó por buscar una rápida ‘inmunidad de rebaño’ algo que, con el paso de los meses, se ha visto que no ha servido para nada.