Los cerca de 1.300 millones de habitantes de la India también tienen que encerrarse en sus casas. El primer ministro indio, Narendra Modi, puso en confinamiento al segundo país más poblado del planeta para hacer frente a la epidemia por la Covid-19, que declara apenas unos centenares de casos confirmados (562 mientras se escribe esta nota) y 10 personas fallecidas.
El anuncio, que establece 21 días de confinamiento a partir de la medianoche de ayer martes, se produce al tiempo que la mayoría de los estados de la India declaraban el aislamiento de sus ciudadanos. Y unos días después de que Modi instara a un “toque de queda voluntario” de 14 horas; simulacro de reclusión que no se veía en la India desde el periodo de emergencia de los años setenta.
“La única manera de salvarnos del coronavirus es no salir de casa. Da igual lo que suceda, permaneceremos en casa”, dijo este martes Modi en su segundo discurso televisado en menos de una semana. El primer ministro insistió así a los cerca de 1.300 millones de habitantes del país para que permaneciesen en sus domicilios hasta el 15 de abril, cuando se cumplirán los 21 días de encierro.
 El líder indio sigue así los pasos dados por el resto de países contra la pandemia global que ha acabado con la vida de más de 17.000 personas, afectando hasta ahora principalmente a China, Corea del Sur, Europa y Estados Unidos. Con el anuncio del confinamiento en India, se prohíbe salir de casa, los comercios no esenciales deben cerrar, los colegios y universidades tienen que suspender las clases, y quedan prohibidas casi todas las reuniones públicas.
Con una inversión de apenas el 1,28% de su PIB en sanidad, la India solo cuenta con ocho doctores por cada 10.000 habitantes y un hospital público por cada 55.000. Por lo que la expansión de la epidemia en la misma proporción que en otros países causaría el completo colapso de un sistema de salud deficiente y desigual.
Desde hace días, los servicios médicos de algunas de las principales ciudades sufren escasez de material. La Asociación de Doctores Residentes de Maharashtra, estado cuya capital es Bombay —centro financiero del país— criticaba por carta la “situación de crisis”, denunciando no solo que el personal sanitario tuviese que usar “las mismas mascarillas durante días”, sino la posible falta de alimentos y agua de forma inminente.
Como en el resto del mundo, se prevé que la paralización del país durante 21 días tenga efectos devastadores para su maltrecho crecimiento económico, desplomado a la mitad en dos años y cuyo PIB depende en un 55% del sector servicios, bloqueado en los últimos días. La crisis afecta de manera especial a la economía informal, sustentada por muchos de los que ya abandonaron las ciudades este fin de semana, ante la inminencia del aislamiento del país, y los que realizan pequeños trabajos y viven en la indigencia.
La crisis del coronavirus agrava una crisis completada por la mayor tasa de desempleo de las últimas cuatro décadas. Pese a la magnitud de la emergencia, hoy la ministra de Economía india, Nirmala Sitharaman, anunció solo tímidas medidas para paliar esta situación, como la anulación de comisiones bancarias. Por lo que el país sigue a la espera de un paquete de ayudas financieras que se está retrasando tanto como la propia reacción del Gobierno indio ante la amenaza del virus.
Después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase la pandemia por la Covid-19, la India respondió con el cierre de fronteras, restricción de visados y control médico de viajeros. La rápida reacción parece haber moderado la transmisión del virus dentro del vasto territorio indio, pero los expertos critican que sea uno de los países que menos pruebas diagnósticas ha realizado para detectar la Covid-19; apenas 10 test por cada millón de personas. Hasta el momento, las autoridades habían mantenido que la India estaba aún en la segunda fase de transmisión, pero la expansión del virus en una decena de distritos en el Estado sureño de Kerala —donde se detectó el primer positivo a principios de febrero— precipitó el confinamiento del país.