Benjamín Netanyahu prometió que Israel lanzará una ofensiva en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, incluso si los esfuerzos de mediación internacional para las conversaciones con Hamás diesen como resultado la liberación de rehenes y un alto el fuego.

Los mediadores, liderados por Egipto, renovaron sus esfuerzos para encaminar una tregua en los últimos días luego de que se hiciese evidente que Israel se está preparando para su largamente prometida operación terrestre en Rafah.

La ciudad en la frontera con Egipto es la única parte del territorio palestino donde no hubo aún combates terrestres; se estima que más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes de la franja han buscado refugio allí.

Hablando hoy martes en Jerusalén, el primer ministro israelí aseguró: “La idea de que detendremos la guerra antes de lograr todos sus objetivos está fuera de discusión. Entraremos en Rafah y eliminaremos allí a los batallones de Hamás para lograr la victoria total, haya o no acuerdo”.

Los observadores internacionales coinciden en que las conversaciones de esta semana en El Cairo son la última oportunidad para alcanzar una solución diplomática que permita liberar a los rehenes israelíes y una pausa o el fin de la guerra.

El lunes 29 de abril, una delegación de Hamás salió de la sede de las negociaciones en la capital egipcia anunciando que darían una respuesta por escrito a la última propuesta de alto el fuego de Israel. Se cree que Israel está esperando la respuesta del grupo militante palestino antes de enviar su propia delegación.

Los últimos comentarios de Netanyahu, realizados durante una reunión con miembros de dos grupos de derecha que representan a familias de rehenes y familias de soldados fallecidos en la ofensiva, se produjeron horas antes de la llegada del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, precisamente en una visita para avanzar en las conversaciones.
Como ya ocurrió otras veces, el premier israelí, marca los límites de lo que su principal aliado puede negociar.

En declaraciones antes de volar a Israel, Blinken dijo que el propósito es mejorar la situación humanitaria en Gaza y alcanzar un acuerdo de alto el fuego que traiga a los rehenes israelíes a casa. Dijo que Israel ha ofrecido una “propuesta fuerte” y pidió a Hamás que responda.

“No más retrasos. No más excusas. El momento de actuar es ahora”, afirmó. "Queremos ver que este acuerdo se materialice en los próximos días".

Cuadro de situación

Unos 1.200 israelíes murieron y otros 250 fueron tomados como rehenes en el ataque de Hamás del 7 de octubre que desencadenó la guerra. Más de 34.000 palestinos han muerto en la posterior operación de represalia de Israel en Gaza, que ha dejado a civiles desesperados sin atención sanitaria, alimentos ni agua y ha reducido la mayor parte del territorio costero a ruinas.

Un alto el fuego a finales de noviembre liberó a 100 rehenes a cambio de alrededor de 240 mujeres y niños palestinos retenidos en cárceles israelíes, pero fracasó después de una semana. Israel estima que quedan 129 rehenes en Gaza, incluidos 34 que se cree que están muertos. Múltiples rondas de conversaciones durante los últimos cinco meses terminaron en fracaso.