Este martes y miércoles en Belém, estado de Pará, Brasil es anfitrión de los países que tienen dentro de sus territorios alguna parte del pulmón del planeta: la selva tropical del Amazonas. 

La idea original del encuentro alrededor de la Amazonia es la creación ulterior de un bloque con alto perfil que vele por los intereses de los países y su desarrollo sustentable. En conjunto, más que separados, los países involucrados pueden exhibir una mayor fuerza para la disputa del sentido medioambiental y la creación de políticas que no comprometan sus territorios y climas. 

Amazonia: seis millones de kilómetros cuadrados que se extienden por Brasil (alberga el 60%), Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela. Se estima que aquí está concentrado el 20 por ciento del agua dulce disponible en el mundo.

Se conoció el lunes que el presidente venezolano Nicolás Maduro quedaba fuera de la cumbre, debido a un cuadro de otitis. En su representación está la vicepresidenta Delcy Rodríguez. El otro ausente es el presidente francés Emmanuel Macron, invitado en su calidad de jefe de Estado de Guayana francesa.

El presidente de Brasil se mostró durante el lunes último junto a su par del Perú, Dina Boluarte, quien es una de las mandatarias presentes en Belém, norte de Brasil.

“Los problemas de la Amazonia no están sólo en las copas de los árboles, sino también debajo”, dijo este martes Lula, una referencia ineludible al gran mercado negro que habilita el complejo territorio selvático.

El desafío que tendrá el bloque será la generación de oportunidades de desarrollo, lícitas y que contemplen el ambiente y su reproducción, en poblaciones de bajo poder adquisitivo y donde las oportunidades materiales suelen reducirse a la pesca, la minería o la tala ilegal.

Está en agenda la gran cumbre climática de ONU proyectada para 2025, la denominada COP 30. Es muy probable que Belém sea la sede del gran evento internacional. En Pará, estado del cual Belém es la capital, se dan los peores índices de deforestación y contiene en su territorio a 27 millones de cabezas de ganado, el triple de sus habitantes. 

Con información de El País