Cerca de 40.000 litros de diésel fueron derramados en la Patagonia chilena por la compañía Siderúrgica Huachipato, filial del grupo CAP, por causas que no han sido aclaradas a más de 48 horas del incidente de este sábado en la terminal de isla Guarello, a 250 kilómetros al noroeste de Puerto Natales.

La Armada informó que hoy se han logrado recuperar cerca de 15.000 litros de agua contaminada y que "las condiciones meteorológicas de fuertes vientos, de más de 100 kilómetros hora, han contribuido a la contención en el sector sur de la bahía".

Sobre las repercusiones en la fauna local, el representante del Ministerio de Medio Ambiente en la región Magallanes, Eduardo Shiappacasse, indicó que "no se ha encontrado todavía ningún espécimen dañado", aunque la organización ambientalista Greenpeace alertó sobre las "devastadoras" consecuencias.

"Es una situación extremadamente grave pensando en lo prístinas de las aguas en que se ha producido esta emergencia medioambiental", indicó en un comunicado Matías Asun, director nacional de Greenpeace. "Hay que pensar que la zona es en extremo de difícil acceso y que es un área de gran riqueza de mamíferos marinos, como ballenas y delfines, los que podrían verse seriamente afectados en su hábitat debido al desarrollo de actividades mineras en lugares extremadamente delicados en sus equilibrios ambientales".

La isla Guarello es parte del territorio ancestral de la comunidad indígena Kawésqar, una de las culturas milenarias del territorio. De acuerdo a la información difundida por la Armada chilena, el incidente se produjo en las dependencias de uno de los principales grupos mineros siderúrgicos de Chile cuando se realizaba una operación de trasvase de combustible. Aunque en un primer momento se informó que se trataba de petróleo crudo, con el paso de las horas las autoridades especificaron que se había vertido gasoil, un producto refinado que "tiende a desaparecer mucho más rápido", según señaló Shiappacasse.

Ante esta emergencia, la autoridad marítima dispuso el despliegue de unidades para que se constituyeran en el lugar, "con el fin de controlar y mitigar los posibles daños causados por la emergencia en la zona", según informó a Radio Cooperativa el contralmirante Ronald Baasch. Este domingo, tanto la barcaza Elicura como el patrullero Marinero Fuentealba trabajaron en la zona para recuperar aguas contaminadas.

Representantes de la comunidad indígena Kawésqar del poblado de Puerto Edén detallaron las características de la zona afectada por el derrame: "El archipiélago Madre de Dios, del que forma parte la isla Guarello, es lugar de nacimiento de nuestros ancianos y en ella se ubican sitios de gran significación para nuestra comunidad de canoeros, para quien el mar y sus recursos son constitutivos de su cultura. En él se encuentran pinturas rupestres de nuestros antepasados, de alta significación cultural y arqueológica", señalaron a través de una declaración pública. Agregan que se trata de una zona geográfica donde existen "sitios-tabú", lugares especialmente resguardados por su cultura, donde no se puede comer, hacer ruido y mucho menos contaminar, según explica a EL PAIS Juan Carlos Tonko, de una de las familias Kawésqar de mayor tradición. "Su transgresión se revela en este tipo de acontecimientos", continúa el comunicado. "Muchos de esos sitios protegen recursos marinos ancestrales que hemos resguardado por miles de años. La zona, además, es tránsito de grandes cetáceos y lugar de colonias de lobos marinos y de aves marinas, con los cuales nuestra comunidad tiene un estrecho vínculo biocultural".

Los representantes de comunidad indígena Kawésqar de Puerto Edén denuncian que "el derrame de petróleo en Isla Guarello muestra la necesidad de que se dispongan instrumentos específicos para la realización de actividades que contienen riesgos intrínsecos en áreas del archipiélago patagónico". Además hacen un llamamiento a que la autoridad marítima contenga urgentemente los efectos de este evento y la investigación y persecución de las responsabilidades se haga con la mayor transparencia. "Hemos reclamado que se arbitren esos instrumentos desde hace años, sin que los Gobiernos de todo signo hayan sido capaces de disponer de su voluntad política para ello", indican en su comunicado, donde agregan que las consecuencias de la contaminación son "aún impredecibles". "Afecta nuestros derechos bioculturales en el territorio y amenaza la sobrevivencia de bancos naturales, colonias de recursos y áreas de tránsito de mamíferos y aves marinas, bases de nuestra cultura y medios de vida ancestrales".

Como se acostumbra en este tipo de casos, la Fiscalía deberá investigar lo sucedido y la Justicia determinar las responsabilidades del derrame que, entre otras consecuencias, afectará el trabajo de los pescadores de esta zona de extracción.