Pese a las restricciones para la permanencia de los bañistas en la arena, las playas de Río volvieron a registrar aglomeraciones este fin de semana, lo que llevó a la alcaldía a difundir un llamado a la población a respetar las reglas del plan de alivio del aislamiento social.

Con cielo despejado y termómetros en torno a los 30 ° C, hubo un gran movimiento el sábado (5) y el domingo (6) en prácticamente todas las playas de Río de Janeiro. Fue el segundo fin de semana consecutivo de playas muy concurridas en la ciudad. Había mucha gente con sillas y sombrillas y poca gente con máscara.

La autorización para tomar baño de mar se oficializó a principios de agosto, pero la gente no puede permanecer en la arena en la etapa actual de las medidas para combatir la pandemia. 

Por eso, a media tarde de este domingo, la ciudad emitió una nota pidiendo la colaboración de la población para evitar el riesgo de contaminación. El estado tiene 232,818 casos confirmados de Covid-19, con 16,568 muertes, según el Departamento de Salud.
"El Ayuntamiento de Río hace un llamado a la población a seguir las reglas del plan de flexibilidad, dado que la pandemia aún está en curso y el incumplimiento de estas reglas puede tener graves consecuencias".
En el texto, señala que las personas que salen a la calle en condiciones inadecuadas pueden contaminar a otras personas, incluidos familiares. "Es fundamental que se eviten las multitudes, como en las playas y los bares, porque la propagación del virus Covid-10 pone a todos en riesgo".

En la nota, la ciudad dice que ha estado inspeccionando playas y bares, que también registraron hacinamiento durante el feriado largo del fin de semana, con mucha gente sin máscara y falta de respeto por la distancia social.
El sábado, dice, los equipos recorrieron el borde occidental de la ciudad e inspeccionaron 61 kioscos, además de notificar a 11 puestos con puntos fijos por la oferta no autorizada de sillas, sombrillas y bebidas alcohólicas.

Lo paradójico de la situación es que justo hoy O Globo publica los resultados de una encuesta que encargó a Ibope: para el 72% de los encuestados, las clases presenciales sólo deben reanudarse cuando haya una vacuna contra Covid-19. La encuesta de O Globo se realizó entre el 21 y el 31 de agosto, en internet, a 2.626 brasileños mayores de 18 años.