El papa Francisco nombró por primera vez a una mujer en un puesto directivo de la Secretaría de Estado Vaticano. Se trata de Francesca Di Giovanni, que asumirá como subsecretaria de la sección para las Relaciones con los Estados.

La oficina de prensa de la Santa Sede realizó el anuncio en la mañana del miércoles. Con este nuevo nombramiento papal, la sección de Relaciones con los Estados tendrá dos subsecretarios. El otro es Mirosław Wachowski, quien se encargará principalmente del área de la diplomacia bilateral.

Di Giovanni trabaja desde 1993 en la sección de Relaciones con los Estados en el sector multilateral de la Secretaría de Estado Vaticano. Previamente se desempeñó en el sector jurídico-administrativo en el Centro Internacional de la Obra de María.

Francesca Di Giovanni nació en la ciudad italiana de Palermo en 1953 y es licenciada en Derecho. Trabajó en el ámbito multilateral en diferentes áreas, entre las que destacan, la de migrantes y refugiados, derecho internacional humanitario, comunicaciones, derecho internacional privado, condición de la mujer, propiedad intelectual y turismo.

En una entrevista concedida a Vatican News, Francesca Di Giovanni explicó que “desde hace varios años se piensa en la necesidad de un subsecretario para el sector multilateral: un sector delicado y exigente que necesita una atención especial, porque tiene modalidades propias, en parte diferentes a aquellas del ámbito bilateral”, ponderó.

Acerca de su nuevo rol, indicó que espera "contar con la armonía que ha caracterizado a nuestro grupo de trabajo hasta ahora", añadió Di Giovanni, quien confirmó que "es la primera vez que una mujer tiene una tarea de dirección en la Secretaría de Estado".

Además, Francesca Di Giovanni destacó "la atención del Papa hacia el sector multilateral, que hoy en día es cuestionado por algunos, pero que tiene una función fundamental en la comunidad internacional".

Por último, la nueva subsecretaria de la sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado Vaticano señaló que la Santa Sede "también tiene la misión, en la comunidad internacional, de asegurar que la interdependencia entre hombres y naciones se desarrolle en una dimensión moral y ética, así como en las otras dimensiones y los diversos aspectos que las relaciones adquieren en el mundo actual".

Y concluyó que "no hay que cansarse nunca de fomentar el diálogo a todos los niveles, siempre en la búsqueda de soluciones diplomáticas".