Los documentos secretos del servicio de inteligencia israelí concluyeron que el atentado a la Embajada de Israel en Argentina, perpetrado el 17 de marzo de 1992 en Buenos Aires, fue llevado a cabo por la organización chií libanesa Hezbollah y por Irán.

De esta manera, el informe final del Mossad contradice lo publicado el 23 de julio por el periódico estadounidense The New York Times, donde se desvinculaba al país asiático del ataque terrorista ocurrido en Argentina.

Ver: Un informe del Mossad reveló nuevos datos sobre atentados a la Amia y a la embajada de Israel

Por otro lado, los documentos a los que accedió Infobae, determinaron que en el ataque no hubo una conexión local, ya que Hezbollah lo organizó e instrumentó a través de una célula propia, y si hubo un mínimo contacto con ciudadanos argentinos, ninguno de ellos sabía que estaba, indirectamente, prestando colaboración para el atentado.

“Únicamente miembros operativos de las unidades de la Yihad Islámica fueron los que participaron en el atentado sin que haya habido intervención alguna de ciudadanos locales”, dice el dossier secreto de la central de inteligencia israelí. “Se trata de un ‘atentado Iraní /Hezbollah sin participación de terceros”, agrega el informe que aún no fue anexado a la causa judicial abierta en nuestro país.

De acuerdo a los informes, la logística utilizada para el atentado a la Embajada de Israel coincide con la forma en que opera el grupo terrorista hace tres décadas en Líbano: opera sin convocar a ciudadanos locales, utilizando “documentos falsos para movimientos dentro del país objetivo”. En este caso, la única excepción fue la de Samuel Salman El Reda “que usa prácticamente su nombre para sus movimientos de fronteras dado que vive en la región como miembro logístico clave corazón del atentado”, se indica.

Los documentos del Mossad revelan que no hubo conexión local, es decir, los ciudadanos argentinos contactados no tenían conocimiento de que se iba a realizar un atentado. Foto: Ámbito

La documentación falsa es provista por el Departamento de Falsificación de la Yihad Islámica y utilizada “para la interacción de ciudadanos locales”, la “compra de vehículos-bomba”, “el alquiler de depósitos” y la “adquisición de materiales explosivos”.

“Es decir no hubo ciudadanos argentinos involucrados en el atentado a la Embajada. Tampoco en el atentado contra la sede de la AMIA. Cabe aclarar que los ciudadanos argentinos vinculados con el atentado fueron ciudadanos inocentes, manipulados y engañados por la Yihad Islámica que no conocían los verdaderos objetivos de sus acciones en el marco de los preparativos logísticos llevados a cabo en Buenos Aires”, concluye el Mossad.

El informe detalla, uno por uno, a cada uno de los miembros que participaron de aquel atentado. Además de dar sus nombres y apellidos, también difundieron sus fotografías.

La participación clave de Irán

El Mossad ratificó que “el régimen iraní y la organización Hezbollah, a través de Yihad islámica, son los únicos responsables del atentado”, que “la infraestructura del atentado fue creada en Argentina y Brasil a partir del ‘88″, y que “no hubo participación alguna de ciudadanos argentinos en el atentado contra la embajada Israel y tampoco en el atentado contra la AMIA”.

El informe final del Mossad indica que Irán participó del atentado a la Embajada de Israel. Foto: Líder supremo de Irán, ayatolá Alí Jamenei. Europapress

Los documentos también señalan que “todos los miembros de la célula que perpetraron ambos atentados en Argentina estuvieron involucrados en atentados adicionales o en la preparación de otras infraestructuras terroristas en otras partes del mundo”.

Por otro lado, el informe destaca que “el atentado ya estaba listo para ser concretado por lo menos un año antes″ y que “el hecho de que esa infraestructura no haya sido descubierta ni neutralizada después del atentado de la Embajada permitió” que se concretara el atentado AMIA dos años después.

Cabe recordar que en el ataque de 1992 murieron 22 personas: nueve empleados y funcionarios de la Embajada, tres albañiles y dos plomeros, un taxista y tres peatones, un sacerdote de una iglesia vecina y tres ancianos que se alojaban en una residencia ubicada a pocos metros de la sede diplomática israelí.

La causa por el atentado está en manos de la Corte Suprema, sin que se haya identificado algún sospechoso y sin elevación a juicio hasta el momento. Se aguarda que los documentos secretos revelados en las útimas horas sean anexados al expediente.

Fuente: Infobae