La subida de la incidencia de la pandemia del coronavirus impacta ya en las reservas hoteleras y hosteleras de España. La ola de cancelaciones que está sufriendo el sector inquieta a los empresarios, que temen que la situación tumbe la campaña de invierno. En los destinos más dependientes del turismo extranjero, el impacto es mayor que el nacional.

Algunos hoteles están empezando a sufrir un aluvión de cancelaciones por las restricciones de la pandemia. En la Costa del Sol las reservas de los hoteles se han reducido un 25%. La variante sudafricana del Covid se suma al retroceso del turismo que sufre Canarias, siempre dependiente de la llegada de extranjeros a sus islas desde países como Alemania y Reino Unido.

Según el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricua, el ritmo de reservas "se ha ralentizado". La patronal turística de las islas destaca, sin embargo, que hasta el momento la campaña de invierno ha funcionado "muy bien". El sector alerta de que esta situación puede cambiar si los contagios crecen. "Podría ser que los países decidan imponer restricciones", apunta Mañaricua.

El sector avala la decisión de Canarias de pedir el certificado Covid a los viajeros nacionales que lleguen a las islas a partir del 2 de diciembre. "Hay que extremar el control sobre las personas que entran en las islas", añade.

Más de 30 países de todo el mundo han anunciado medidas para restringir drásticamente la llegada de turistas internacionales a su territorio ante la propagación de la nueva variante Ómicron del Covid-19 surgida en Sudáfrica. El primero de ellos ha sido Israel, que vuelve a cerrar sus fronteras a todos los vuelos internacionales durante dos semanas, menos de un mes después de que reabriera sus fronteras. También lo han anunciado, entre otros, la Unión Europea, Marruecos, Arabia Saudí, Omán, Tailandia, Filipinas, Sri Lanka e incluso Japón.

Cabe recordar que, mientras que en 2019 el turismo suponía el 12,4% del PIB español, en 2020 este porcentaje se desplomó por debajo del 5%.

Fuente: El Economista (España).