El gobierno de Joe Biden comenzará a aliviar algunas sanciones energéticas contra Venezuela para favorecer las discusiones políticas que mantienen el presidente Nicolás Maduro y la oposición, le dijeron a CNN dos altos funcionarios de la administración.

En realidad, todo parece indicar que el acecamiento supone una búsqueda de petróleo para el comercio mundial tras el conflicto en Ucrania y la avanzada sobre los intereses rusos.

El primer paso, anunciado este martes, permitirá a Chevron –la última gran compañía petrolera estadounidense que aún opera en Venezuela– negociar su licencia con la petrolera estatal PDVSA para continuar sus actividades en el país, dijeron los funcionarios.

Estados Unidos continuará ajustando su política de sanciones hacia Venezuela –ya sea reforzándolas o aliviándolas– "sobre la base de resultados ambiciosos, concretos e irreversibles que empoderen al pueblo venezolano para determinar el futuro de su país a través de elecciones democráticas", dijo el funcionario.

Aunque EE.UU. permite ahora a Chevron negociar su licencia con la petrolera estatal PDVSA, no autoriza la entrada a ningún acuerdo. "Fundamentalmente, lo que están haciendo es permitir hablar", señaló el funcionario.

Estados Unidos también ha buscado maneras de permitir que Venezuela comience a producir más petróleo y pueda venderlo en el mercado internacional, reduciendo así la dependencia energética del mundo de Rusia, dijeron funcionarios a CNN. 

El funcionario insistió en que las medidas no estaban relacionadas con la próxima Cumbre de los Américas, que Biden organizará en Los Ángeles en junio.

El funcionario indicó que si la flexibilización de las sanciones a Venezuela para permitir las negociaciones con el gobierno de la oposición permite a EE.UU. abordar cuestiones como la de los estadounidenses actualmente detenidos en Venezuela, "creo que eso es algo que siempre vamos a hacer".