Hernán Chacón Soto, uno de los siete exmilitares condenados por el asesinato del cantautor chileno Víctor Jara, se suicidó a los 86 años, antes de que pudiera ser detenido para cumplir su sentencia. La noticia fue confirmada esta mañana por fuentes del Ministerio del Interior chileno, conmocionando a la opinión pública y arrojando nuevas sombras sobre uno de los crímenes más oscuros de la historia chilena.

Chacón, un brigadier de Ejército en retiro, enfrentaba una pena de 15 años de cárcel por homicidio calificado y 10 años por secuestro calificado en calidad de autor, como consecuencia de su participación en el asesinato de Víctor Jara y de Littré Quiroga, un alto funcionario del Gobierno de Salvador Allende, crímenes que ocurrieron en el turbulento contexto del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, que marcó el inicio de la dictadura de Augusto Pinochet.

De acuerdo con información proporcionada por las autoridades, la Policía de Investigaciones (PDI) llegó a la residencia de Chacón, ubicada en el municipio de Las Condes, zona oriental de la capital, con el propósito de notificarle sobre su sentencia. Lugar en el que el exmilitar habría pedido permiso para ir a su dormitorio en busca de medicamentos, momento en el cual se habría disparado.

El caso de Chacón adquirió relevancia debido a la discordancia entre sus funciones oficiales y el papel que desempeñó en los crímenes cometidos en el Estadio Chile. A pesar de haber afirmado que solo cumplía la tarea de custodiar el perímetro externo del recinto, el tribunal determinó que tenía conocimientos tácticos y de inteligencia que le permitieron participar activamente en la selección de detenidos y en los interrogatorios llevados a cabo en el estadio.

Este incidente recuerda a otros casos de exmilitares relacionados con violaciones a los derechos humanos que han optado por quitarse la vida antes de enfrentar la justicia. En 2005, el coronel en retiro Germán Barriga, quien perteneció a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) de Pinochet, se suicidó mientras enfrentaba un proceso legal por secuestros de militantes del Partido Comunista. En 2013, el general en retiro Odlanier Mena, exdirector de la Central Nacional de Informaciones (CNI), se quitó la vida cuando estaba en prisión y a punto de ser trasladado a otra instalación penitenciaria.