Una mujer de 59 años murió tras sufrir el ataque de una piara de jabalíes salvajes en Anahuac, en el condado de Chambers (Texas, Estados Unidos). Lo confirmó el sheriff Brian Hawthorne.

El cadáver de Christine Rollins, residente en Liberty, fue hallado en el jardín delantero de la casa de la pareja de ancianos de 84 años a la que cuidaba, que salió a la calle preocupada por el retraso de la asistenta, habitualmente puntual. El cuerpo estaba entre el coche y la puerta delantera de la vivienda, en medio de un gran charco de sangre y con heridas compatibles con el ataque de animales. La autopsia confirmó que la causa de la muerte fue "desangramiento debido a un ataque de jabalíes salvajes".

El cadáver fue hallado el pasado día 24 en Anahuac, una zona rural a menos de 100 kilómetros al este de Houston, pero las causas exactas de la muerte se conocieron al día siguiente, a primeras horas de la madrugada. "En mis 35 años como sheriff, esta es una de las peores cosas que he visto", dijo Hawthorne durante una rueda de prensa a las puertas de la comisaría.

Los policías que acudieron a la zona llegaron sobre las seis de la mañana, cuando aún era de noche y los jabalíes se habían retirado. La fallecida había llegado puntual a su trabajo, según los primeros datos, para encargarse del cuidado de la pareja (un hombre de 84 años y su pareja, de 79), con la que llevaba trabajando aproximadamente año y medio, según The Washington Post. Fue él quien descubrió el cuerpo y telefoneó a la policía.

El forense Selly Rivers, que reconoció el cadáver, apreció que este tenía un fuerte golpe en la cabeza, compatible con la caída de la mujer al suelo, y "múltiples lesiones en todo el cuerpo". El sheriff Hawthorne explicó que en los primeros momentos no se había podido determinar si la mujer se desplomó por "una cuestión médica y se golpeó" o si "los animales hicieron que se cayera y luego contribuyeron a la muerte". Finalmente, se ha determinado que los jabalíes fueron la causa de esta muerte.

La zona donde se produjo el ataque es uno de los territorios de Texas con mayor población de jabalíes salvajes (sus scrofa), que pueden llegar a pesar más de 200 kilos. Por ello, el condado de Chambers está lleno de trampas para atrapar a estos animales, que proliferan por la falta de predadores naturales, la proximidad a su hábitat de los basureros humanos, su fuerte resistencia a las enfermedades y la fecundidad de la especie. Se calcula que 1,5 millones de jabalíes salvajes pueblan Texas, según el Departamento de Parques y Vida Silvestre del Estado. Los ataques a humanos no son habituales, y menos que estos acaben en muerte.

Diferentes estudios han alertado recientemente sobre el aumento de la agresividad hacia los humanos de los jabalíes que buscan comida por las calles. El trabajo acerca de la presencia de jabalíes en zonas urbanas y periurbanas ha certificado que cada vez es más habitual la presencia de jabalíes en las ciudades debido a las fuentes de alimentos, algo que conlleva distintos peligros para la población.