La muerte del príncipe Felipe de Edimburgo cambió la fisonomía de Londres con brazaletes, corbatas negras y banderas a media hasta mientras se espera por un austero funeral el sábado próximo. 

"Cuando llegue mi hora no quiero un funeral de Estado, prefiero un entierro más modesto, acorde con lo que soy, solo un viejo cascarrabias", supo declarar el circunspecto marido de la Reina Isabel II.

El Reino Unido inició hoy la ceremonia de despedida y homenaje al príncipe Felipe con salvas disparadas a nivel nacional.

En medio del confinamiento que se impuso en el Reino Unido el funeral se celebrará en la gótica capilla de San Jorge. En tanto que los restos descansarán en los jardines de Frogmore Garden, dónde residían los duques de Sussex, Meghan y Harry, hasta que emprendieron su escape a California.

La expectativa está puesta en la llegada de Harry desde Estados Unidos. En una reciente entrevista el hijo de Lady Di dijo que un miembro de la familia real había comentado sobre la piel "oscura" que tendría su hijo Archie.

Pese a las restricciones por coronavirus, que fijan una cuarentena de 10 días para quienes arriben al Reino Unido, se espera un tratamiento preferencial para Harry.

La ceremonia privada será retransmitida por televisión y el príncipe Harry, actualmente residente en California, asistirá, pero no así su esposa Meghan Markle, se precisó en el comunicado emitido por Buckingham.

La llamada "operación Forth Bridge", que incluye los preparativos del funeral y el período de duelo, establece que el llamado Lord Chamberlain, miembro oficial de la casa Real, junto con el primer ministro Boris Johnson, le preguntarán a la Reina cómo será la ceremonia fúnebre. 

A la vez se establece que el duelo nacional durará hasta el día después de la celebración del funeral, mientras que Isabel II guardará un luto de ocho días.

Fuente: El Mundo - The Independet - Télam