La policía de Haití mató a cuatro personas y detuvo a dos sospechosos

Tras el magnicidio ocurrido este miércoles en Haití, donde un grupo comando armado asesinó a sangre fría al presidente Jovenel Moïse y su esposa, la crisis política se agravó en el país centroamericano.

El grupo que aún no fue identificado de manera formal, ingresó a la vivienda particular del presidente este miércoles por la madrugada y disparó contra el mandatario y su esposa.

Este jueves, el director general de la policía haitiana, Léon Charles, informó que cuatro de los supuestos asesinos de Moïse resultaron abatidos y otros dos fueron detenidos.

Además, se indicó que el operativo policial permitió liberar a tres oficiales de la fuerza que fueron presuntamente secuestrados por los asesinos.

El secretario de Comunicación, Frantz Exantus, confirmó las detenciones en su cuenta de Twitter agregando que "la democracia y el pueblo haitiano acusaron este golpe fatal".

Por su parte, el primer ministro interino Claude Joseph destacó que algunos de los atacantes "hablaban inglés y español", cuando en Haití las lenguas más habladas son el francés y el creole local.

El embajador haitiano en Estados Unidos, Bocchit Edmond, dijo que los asesinos de Moïse eran "mercenarios profesionales" que se disfrazaron como agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA) y posiblemente ya hayan escapado del país.

El primer ministro Joseph declaró el Estado de sitio en todo el territorio y anunció que tendrá a su cargo el Poder Ejecutivo del país durante los próximos días, hasta que se elija a un nuevo presidente a través de elecciones.

Joseph llamó a la calma de la población y aseguró que la "situación de seguridad del país está bajo control".

El crimen se llevó a cabo a dos meses para las elecciones presidenciales y legislativas en las que Moïse no podía ser candidato.