¿Se imaginan caminar por un bosque con árboles de 106 metros de altura y más? Como nuestra Torre Ángela, que tiene 110 metros. Sólo que estos llegan a los 3000 años de edad y son árboles, los árboles más grandes del planeta que están distribuidos en pequeños bosques a lo largo de la costa pacífica de Norte América. Con un gigantesco santuario en el Parque Nacional de las Secuoyas, en California, al sur de los Estados Unidos.

Ahora hay que imaginarse que se están extinguiendo porque no pueden adaptarse al cambio climático.
En realidad, no hay que imaginarse nada, solo tomar nota: la cruda y dura realidad es que se están extinguiendo.
Así lo narra un informe especial de The Washington Post, dando cuenta que “este verano, podrían enfrentar su peor destino hasta el momento”.

No es por los incendios: estos árboles sobrevivieron en su historia a incendios forestales; sus anillos confirman que ocurrieron periódicamente, con intervalos variables de entre seis y treinta años. 

Un bosque de secuoyas ardía en el parque estatal Big Basin Redwoods en California, en 2020. Imagen: The Washington Post / Marcio Jose Sanchez
Un bosque de secuoyas ardía en el parque estatal Big Basin Redwoods en California, en 2020. Imagen: The Washington Post / Marcio Jose Sanchez


Lo que parece ser mucho para estos gigantes es el aumento en la frecuencia y en la intensidad de los incendios. Desde 2020, tres incendios han resultado en la pérdida del 13 al 19 por ciento de la población total. Esto es lo que dice Christy Brigham, jefa de administración de recursos y ciencia en los parques nacionales Sequoia y Kings Canyon en el mencionado artículo.

“En agosto de 2020, Castle Fire mató hasta 10.600 árboles. Y hasta 3637 secuoyas murieron o finalmente morirán como resultado de los incendios de Windy y KNP Complex de septiembre de 2021 en el sur de Sierra Nevada, según el Servicio de Parques Nacionales” relata Diana Leonardo, la autora del reporte, naturalizando el hecho de que los incendios tengan ya nombre propio, como los huracanes, una costumbre no adoptada aún en América Latina.
También cómo cuentan los números: se estima que en estos momentos, ¡apenas quedarían unos 20.000 ejemplares viables en el planeta!

Los biólogos coinciden con que los incendios forman en muchos ecosistemas parte integral de proceso de autoregulación. En estos bosques, por ejemplo, permiten eliminar vegetación inflamable y ayudan a liberar las semillas.

Las secoyas tienen una corteza gruesa que puede soportar fuegos de menor intensidad, y sus copas son tan altas que suelen quedar muy por encima de las llamas. La principal preocupación entonces son las "grandes zonas de incendios de alta gravedad": los siniestros recientes alcanzaron y consumieron copas.

En el mismo reportaje, Linnea Hardlund, integrante de una organización conservacionista local dice que “las secuoyas no han evolucionado con la escala de incendios de alta severidad que estamos viendo en este momento”. 

Fenómenos en cascada

La región ya sufrió una tremenda sequía en el período 2012/16, que debilita toda la foresta y la expone a enfermedades y plagas. Y habrá nuevo récord de sequía en 2022, así que los especialistas esperan mortandad importante este año.

El reporte agrega los datos que provee el sistema de Alerta de Tormentas del Servicio Nacional de Administración Oceánica (NOAA por sus siglas en inglés).

Tweet del sistema de alerta de tormentas de Estados Unidos: la sequía 2022 en California

Los primeros cinco meses de 2022 fueron los más secos registrados en California desde que se lleva la estadística. El mapa muestra pequeñísimos parches blancos que son las áreas en dónde las precipitaciones fueron las habituales y el grueso está en marrón o marrón oscuro, las zonas en donde las lluvias estuvieron “muy por debajo de lo normal” o directamente hubo récord de sequía.